by Karla Karina
“Leela” Es una palabra de origen sánscrito que significa “juego divino“. En este juego se trata de considerar que todo lo que nos rodea es el resultado del juego preferido de Dios (de la energía, del caos o de aquello en lo que creamos, en este caso no es lo que importa). Pensemos en que si dicha “juguetonería”, si ese especie de sentido del humor del universo ha quedado grabado para siempre en el cosmos tal vez también estaría bien que nosotros nos relajásemos un poco.
Cuando todo parece ir en contra nuestra, cuando sólo acumulamos problema tras problema, cuando tenemos miedo, cuando todo nos sale mal, evidentemente no estamos en situación de encontrar el sentido del humor del universo. Pero, en ocasiones, las cosas nos van mal de una manera casi cómica. Es cuando es hora de “Leela”
Si acabas de perder tu transporte y empieza a llover a cántaros, en lugar de ponerte a quejarte de tu mala suerte y sufrir por tu posible resfriado, piensa en leela, chapotea en los charcos y no te dejes desanimar. Si imprimes un documento de más de cien páginas y te das cuenta de que has olvidado paginar las hojas, puedes considerarlo leela y pensar que tus hijos tendrán 100 páginas de papel borrador para hacer sus dibujos, e imprimir el trabajo de nuevo. Cualquier cosa antes que entrar en la dinámica negativa de decirte: “Esto sólo me pasa a mí”, “Soy un desastre”, “Tengo una suerte de perro”, “Siempre lo malo me pasa a mi”, etc.
El concepto leela te permite reír en un mal día, apreciar la belleza en medio del dolor y encontrar el reto dentro del problema. En definitiva, podrás ver muchas de las cosas que a otros les parecen complicadas y problemáticas como meros juegos cósmicos.
Hoy sabes lo que es, ahora cuando necesites piensa en leela cada día y si ocurre algo que parezca una manifestación de leela, la juguetonería o la ironía de vida, reconócela y aprovecha para reírte con ella.
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