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por chamlaty

Era el inicio de clases y  todos los niños contentos después de un largo verano, regresaban a las escuelas. Al ser el primer día, la maestra llevó a clase un bote lleno de chucherías para dar la bienvenida al nuevo curso escolar. Uno de los alumnos salió el primero corriendo hacia los dulces.

Una vez que tomó todas las dulces que pudo, al intentar sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. El niño lloraba y lloraba amargamente, pero un amigo que estaba cerca le dijo:

-Confórmate con tomar solo la mitad y así podrás sacar la mano con los dulces.

Moraleja

Siempre es mejor compartir con los demás. Ser bondadoso, generoso. No ser egoísta. En el mundo en que vivimos, donde la individualidad parece prevalecer, nunca está de más resaltar que quien mucho abarca, poco aprieta.

Es una linda fábula para enseñar a nuestros hijos a compartir desde muy temprana edad. De esa forma, será un valor humano que llevarán por siempre con ellos.

Además, resultará un buen ejercicio para que ellos se conviertan en multiplicadores de la generosidad, creando con sus amigos entornos donde la colaboración y la bondad sean los atributos resaltantes, y no el egoísmo o el individualismo.

 

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