Atención apropiada.

por chamlaty

 Tenemos seis órganos que pueden estar en contacto con el mundo exterior y con todos los «mundos» interiores. Esos seis órganos son nuestros ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente. Esos órganos son como sensores conectados a un ordenador.

Cuando entramos en contacto con una imagen, un sonido, un olor, un sabor o un pensamiento, nuestra mente recibe la señal e inmediatamente repasa el material almacenado en el subconsciente para buscar cualquier conexión con el estímulo sensorial. Casi instantáneamente, el material archivado al que accedemos se convierte en el objeto real de nuestra mente, de manera que se producen formaciones mentales como la inquietud, el sufrimiento, el temor, el anhelo o la ira.

La «atención» consiste en dirigir nuestra mente hacia el objeto de uno de nuestros seis sentidos. Deberíamos centrar nuestra atención solo en objetos sensoriales que nos conecten con archivos que produzcan formaciones mentales positivas como la libertad y la comodidad, la alegría, la fraternidad, la felicidad, el perdón y el amor. Es lo que se llama «atención apropiada».

Cuando, por el contrario, nos centramos en objetos sensoriales que atraen imágenes y experiencias de dolor, tristeza, miedo o anhelo, se trata de atención inapropiada.

El entorno en el que vivimos y trabajamos desempeña un papel importante en esta práctica. Cuando elegimos entornos vitales y laborales saludables (y eso incluye lo que oímos, vemos, olemos y tocamos), éstos nos ayudan a estar en contacto con lo que es bello y saludable, tanto en nosotros como en el mundo, y nos alimentan, nos curan y nos transforman. Debemos hacer cuanto esté en nuestra mano para elegir —o crear— entornos saludables para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.

Si eres un líder político, trabajas en un ministerio de Cultura o eres padre o profesor, reflexiona a este respecto, por favor.

THICH NHAT HANH

www.actualizandome.com 

Te podría interesar