UNGÜENTO PARA MANOS AGRIETADAS.

por chamlaty

 unguento

En el Reino de Song había una familia que elaboraba un ungüento para las grietas en las manos; por ello de generación en generación se dedicaban al lavado de ropa. Un hombre oyó hablar del ungüento  y ofreció 100 monedas de oro por la receta.

         – Hemos estado, por generaciones, en este negocio de la lavandería – argumentaba la familia, mientras discutía la oferta –. Pero jamás ganamos más que unas cuantas monedas de oro. Sin vacilar debemos venderla.

         Por entonces, el Reino de Yue invadía el Reino de Wu; y el hombre que había comprado la receta se la regaló al príncipe de Wu, quien de inmediato lo nombró general.

Ese invierno, sus tropas entraron en un combate naval con las de Yue, derrotando totalmente al enemigo. Y el príncipe recompensó al general con un feudo.

         Así, el mismo ungüento para las manos agrietadas pudo ganar un feudo, o simplemente aliviar a los lavanderos.

         Todo depende del uso que se dé a las cosas.

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