El cuervo orgulloso.

por chamlaty

Un cuervo, de plumas muy negras y brillantes, se encontró un día unas cuantas plumas de pavo real en el suelo. Se quedó prendado con tanto brillo y color, y decidió tomarlas prestadas para ver qué tal le quedaban. Así, el cuervo se fue colocando las plumas de pavo real en la cola.

– ¡Oh! ¡Qué preciosidad!- pensó el cuervo- ¡Estoy mucho más guapo! Sin duda, es mucho mejor ser pavo real.

El cuervo, convencido de que prefería ser un hermoso pavo real a un cuervo negro, se fue a presumir delante de sus compañeros:

– ¡Miradme bien!- dijo el cuervo disfrazado de pavo real- ¿No os parezco más guapo hoy? He decidido ser un hermoso pavo real.

Los demás cuervos, sorprendidos y algo ofendidos, le dieron la espalda y siguieron a los suyo. Así que el cuervo, sin pensárselo más, salió volando en busca de sus nuevos compañeros.

El cuervo llegó hasta el lugar en donde estaban los pavos reales, y les dijo:

– ¡Amigos! ¡Dad la bienvenida a un nuevo compañero!

Y los pavos, mirándole bien de arriba a abajo, comenzaron a reír.

– ¡Ja,ja,ja! ¡Pero si eres un cuervo! Anda, vete ahora mismo, vuelve con los tuyos y quítate esas plumas. Tú nunca podrás ser un pavo real.

El cuervo, dolido, se quitó las plumas y volvió con sus compañeros los cuervos, pero entonces, estos le rechazaron:

– No quisiste formar parte de nuestro grupo, así que largo de aquí.

Y así fue cómo el cuervo, por querer ser quien no podría ser nunca, se quedó solo y sin amigos.

Moraleja: No intentes ser nunca quien no eres, ni presumas orgulloso frente a los demás de algo que no tienes o te quedarás solo.

– No intentes ser quien no eres ni serás: Lo mejor es aceptar que somos quien somos, sin más. Nunca podrás ser otro aunque lo intentes, y esa falta de autenticidad, provocará rechazo por parte de todos. Quien juega a dos bandas e intenta contentar a todos, al final, sale perdiendo y se queda solo.

– Quiérete como eres: Puedes cambiar algunos aspectos de tu personalidad, por supuesto, puedes moldear algunos detalles, pero nunca rechazar quién eres, porque entonces, nunca conseguirás quererte. Para ganar en autoestima y sentirte con fuerzas para conseguir cualquier objetivo, debes creer en ti, quererte con tus dones e imperfecciones. Aceptarte, sin más. Sin intentar convertirte en otro.

 

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