¿Por qué es bueno CAMINAR?

por chamlaty

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 Diversos estudios muestran que para las personas que hacen poco ejercicio o ninguno, caminar a buen ritmo dos veces a la semana puede convertirse en una fuente de salud. Las mayores ventajas de caminar son que no se requiere entrenamiento previo y que es accesible para la mayoría de las personas.

Para mantener la forma así como un corazón sano, es recomendable al menos media hora de ejercicio físico diario. Caminar es una excelente manera de lograr este objetivo. La mayoría de las personas subestima los beneficios de caminar.

Es un ejercicio que, con un poco de creatividad, puedes aplicar fácilmente a tu vida diaria. Por ejemplo, cogiendo el autobús no en tu parada habitual sino en la siguiente, o aparcando en una zona algo más retirada del lugar de trabajo. Con pequeños cambios como estos puedes llegar a «cubrir el expediente» semanal de ejercicio físico.

Caminar, y en general, la práctica habitual de ejercicio físico puede ayudar a prevenir la osteoporosis, el riesgo de paro cardíaco y determinados cánceres. Otras ventajas son obvias e inmediatas.

  • Mejorará tu capacidad de concentración.
  • Disminuirán los efectos del estrés.
  • Dormirás mejor.
  • Te sentirás mejor.
  • Te ayudará a controlar el peso.
  • Reducirás la probabilidad de padecer enfermedades comunes.

 

Si tienes por delante un largo paseo y has estado previamente en reposo, antes de ponerte en marcha, deberías pasar un par de minutos haciendo unos sencillos ejercicios de estiramiento. Te ayudarán a prevenir la rigidez corporal, a tonificar tus músculos y a eliminar grasa.

Para empezar:

  • Si vas a ir al trabajo andando al día siguiente, no te lleves muchos papeles a casa, ya que es muy probable que vayas con un peso excesivo.
  • Haz todo lo posible por descansar bien durante la noche (caminar te ayudará a conciliar el sueño ya que te sentirás algo cansado).
  • Tómate un buen desayuno antes de salir de casa. Las frutas, las tostadas, los cereales, el yogur con miel son una buena fuente de energía.
  • Ponte un calzado cómodo, preferentemente, zapatos flexibles y botas ligeras, especiales para caminar. Es ideal que el calzado esté hecho de un material que permita la transpiración del pie, como por ejemplo el nylon o el cuero, y que tenga una suela que absorba bien el choque del pie con el suelo. En el trabajo puedes tener unos zapatos «más formales» para cambiarte al llegar.
  • Viste prendas holgadas y ligeras que te puedas poner o quitar fácilmente.
  • De ser posible, lleva tus cosas en una mochila que puedas ajustarte a la espalda. Los bolsos para colgar del hombro pueden crearte molestias en la columna y en los músculos de la espalda al generar asimetrías en la posición. Si tienes que llevar más una bolsa, asegúrate de que el peso está distribuido uniformemente y carga una bolsa en cada mano.
  • Lleva una botella de agua para prevenir la deshidratación, y no esperes a estar sediento para tomar un sorbo.
  • Planifica una ruta accesible y cómoda para ir a pie. Una buena idea sería atravesar un parque.

  Un buen paseo produce cambios importantes en nuestro cuerpo: el corazón bombea más rápido y hace circular más sangre y oxígeno a todos los órganos, incluido el cerebro. Muchos experimentos han demostrado que durante y después del ejercicio, incluso cuando el esfuerzo es muy suave, las personas se desenvuelven mejor en pruebas que requieren de memoria y atención plena. Además, caminar regularmente promueve nuevas conexiones entre las células cerebrales, retrasa el envejecimiento del cerebro, aumenta el volumen del hipocampo (zona importante para la memoria) y eleva los niveles de moléculas que estimulan el nacimiento de nuevas neuronas y una mejor comunicación en la sinapsis.

    VAMOS MÍNIMO CAMINEMOS, POR NUESTRO PROPIO BIEN.

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