Salir de nuestra zona de confort mejora seriamente nuestra vida.
Los seres humanos tenemos una necesidad evolutiva de ser desafiados, de sentir incomodidad.
Esa es la principal revelación en The Comfort Crisis, del periodista Michael Easter, un libro sobre abrazar la incomodidad para “recuperar nuestro ser salvaje, feliz y saludable”.
A través de su investigación, Easter descubrió que vivir fuera de nuestra zona de confort es bueno para nosotros, mejorando dramáticamente tanto nuestra salud como felicidad.
Es posible que no disfrutemos de cualquier incomodidad a la que nos expongamos en un momento dado, ya sea una dificultad física, mental o espiritual, pero hacerlo es clave para el crecimiento personal e incluso para la simple satisfacción.
La premisa en The Comfort Crisis es tratar de empujarnos a nosotros mismos para alcanzar nuestro máximo potencial y convertirnos en la persona que queremos ser. Establecer metas y desafíos para nosotros mismos es una forma de tracción, una acción que nos mueve hacia lo que queremos.
A continuacion hay cuatro pasos que puedes seguir para desarmar esos disparadores emocionales internos mientras te esfuerzas por superar el próximo desafío:
Paso 1: Busca la incomodidad que precede la distracción, concentrándote en el disparador emocional interno.
Paso 2: Escribe en detalle el disparador emocional interno.
Paso 3: Explora la sensación negativa con curiosidad en lugar de despreciarla.
Paso 4: Ten cuidado con los momentos liminales (estar en un umbral, entre una cosa que se ha ido y otra que está por llegar).
Al abrirnos a la incomodidad y desactivar los factores de los disparadores emocionales internos que nos retienen, podemos evolucionar hacia nuestro yo ideal.
SIMPLEMENTE EJECUTA.