La leyenda de los «LOROS»

por chamlaty


Cuenta una leyenda Quechua, que hace mucho tiempo, en la época de los Incas, los loros eran unos animales muy inteligentes. Tenían un lenguaje propio, y eran capaces de razonar y usar la lógica igual que los humanos.

Los incas, maravillados ante estas aves, decidieron mostrárselas a todos los jefes de la zona. Éstos, al comprobar la facilidad que tenían estos animales para aprender conocimientos nuevos, ordenó a los sabios que enseñaran a estas aves el lenguaje de los humanos.

Además, les ordenó enseñar a los loros todo lo que sabían, hasta materias tan complejas como las ciencias o las matemáticas.

La intención de estos jefes incas era que los loros pudieran extenderse por todo el mundo, y compartir de esta forma la sabiduría y la cultura inca con todos.

Pero los loros, una vez que aprendieron el lenguaje de los indios y todos los conocimientos de los humanos, regresaron a su lugar natal, a la selva, y pensaron:

– ¡Ahora sí que seremos los reyes de la selva! Sabemos todo lo que saben los humanos. No habrá nadie que consiga superar nuestra sabiduría, y todos tendrán que respetarnos y obedecernos.

Los loros comenzaron a gritar y a dar órdenes a todos los demás animales en el idioma de los humanos. Sus gritos eran tan estridentes que el resto de animales se asustaron mucho. Además, los animales captaron en los gritos de los loros, gestos de soberbia y prepotencia.

Como los otros animales no estaban dispuestos a dejarse dominar por los soberbios loros, respondieron gritando más aún.

El tono de voz de todos los animales aumentó cada vez más, hasta que la selva se convirtió en un lugar insoportable y ruidoso.

El dios de las aves, al darse cuenta de lo que estaba pasando, se enfadó tanto con los loros por haber creado ese espantoso clima, que decidió castigarlos, arrojando un puñado de arena en el pico de cada uno.

De esta forma, los picos de los loros se volvió negra, y perdieron además la capacidad de razonar. Y por eso, desde entonces, los loros solo son capaces de repetir lo que oyen.

 

La soberbia solo provoca violencia e irritación entre los demás.
La prepotencia provoca rechazo.
Hay que utilizar las habilidades que uno tiene de forma correcta, nunca para sentirse superior a los demás.
Por qué el valor de la humildad es tan necesario.

Esta leyenda, ‘Los loros’, es originaria de la cultura Quechua (asentada durante el reinado inca en las zonas de Argentina, Bolivia, Perú, Colombia, Chile y Ecuador).

Nadie es más que nadie: Los loros, según esta leyenda, pagaron un castigo por ser sabios pero soberbios. Fueron castigados por creerse los reyes de la selva por tener unos cuantos conocimientos y una habilidad especial. Y por supuesto, por intentar dominar al resto de animales y creerse superiores a ellos.
La soberbia crea violencia: La soberbia y la prepotencia no hacen más que crear el rechazo de los demás y hasta una rebelión contra los que intentan dominarles. Es decir, solo crea violencia.
La importancia de aprender a usar nuestros dones: Tener una habilidad especial es fantástico. También enriquecerse a base de conocimientos. Pero no saber utilizar esta habilidad o estos conocimientos, es un gran error que a menudo se paga caro. Los loros hubieran tenido otro final si hubieran sido humildes, si en lugar de presumir e intentar abusar del resto de animales por poseer más conocimientos que ellos, hubieran compartido con todos ellos su habilidad y sus conocimientos.

 

www.actualizandome.com 

Te podría interesar