Un hombre con esfuerzo caminaba por un denso bosque rodeado por espinas y piedras. De pronto para su gran asombro, un elefante apareció y comenzó a perseguirlo, se agachó por miedo, viendo un refugio corrió para esconderse.
Pero para su horror vio a una víbora en el fondo del refugio, sin embargo, al no ver otra posibilidad brinco en el refugio y se aferró a una camilla con espinas que crecía, alzó la vista y visualizó dos ratones, uno blanco y una negro que mordisqueaban la camilla. Sobre su cara había una colmena desde la cual las gotas de miel ocasionalmente goteaba.
Éste hombre, tontamente distraído de dicha posición precaria probaba avariciosamente la miel. Una persona amable se ofreció para mostrarle una salida, pero el hombre avaro pidió hasta que se hubiera divertido.
El camino espinoso es el SAMSARA, el océano de la vida. La vida del hombre no es un lecho de rosas, se encuentra rodeado de dificultades y obstáculos que superar, de oposición y crítica injusta, de recibir ataques e insultos. Tal es el camino de la vida.
El elefante aquí se parece a la muerte, la víbora a la vejez: la camilla el nacimiento; los dos ratones, la noche y el día. Las gotas de miel corresponden a los breves placeres de sensuales. El hombre representa el llamado ser. La persona amable representa a BHUDDA.
La felicidad material temporal es simplemente la satisfacción de algún deseo. Cuando la cosa deseada es ganada, otro deseo se levanta. Insaciables son todos los deseos. La pena es esencial a la vida, y no puede ser evadida.
NARADA MAHA THERA
PARÁBOLAS BUDISTAS.