La zorra y el espino.

por chamlaty


Una zorra saltaba alegre por el bosque cuando de pronto perdió el equilibrio, y para no caer por un barranco decidió agarrarse a un espino.

Pero entonces, la zorra se hirió las patas y gritó de dolor. Enfadada, le dijo al espino:

– ¡Yo confié en ti y busqué tu ayuda para no caer. Y sin embargo, me has hecho daño!

El espino respondió:

– La culpa es tuya, pues sabes que hago daño a todo el mundo. Tú no ibas a ser una excepción…

Moraleja: «Nunca pidas ayuda a aquel que suele hacerte daño»

(‘La zorra y el espino’, fábula corta sobre la prudencia – Esopo)

No todos podrán ayudarte: Siempre habrá quien suela hacerte daño por cualquier motivo (aunque normalmente será por celos). No cometas el error de buscar ayuda en ellos, porque no te la ofrecerán. Por el contrario, volverán a lastimarte, pues si está en su naturaleza buscar tu malestar, no podrán cambiar de un día para otro. Y por supuesto, están aquellos cuya naturaleza tiende a hacer el mal (por el motivo que sea). Lo más sensato es alejarse de ellos.

Desconfía y busca muy bien a tus aliados: Puede que aquel en quien buscas ayuda termine por estropear la situación. No puedes confiar en todo el mundo. Observa bien a todas las personas que tienes cerca y piensa quiénes son aquellas que sí te podrían ayudar. Cuando alguien que suele hacerte mal te ofrezca su ayuda, desconfía. A esto se le llama, sí, prudencia.

Utiliza el ingenio y te salvará de muchos apuros: Tal vez el instinto le llevó a la zorra a cometer un error. Si hubiera pensado, si hubiera utilizado el sentido común, se habría dado cuenta de que agarrarse de un espino no era la mejor solución. Pero de los errores se aprende y seguramente la zorra no volverá a caer en el mismo error.

 

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