El Uluṟu, también llamado Ayers Rock, es una formación rocosa compuesta por arenisca que se encuentra en el centro de Australia, en el Territorio del Norte, a 460 km al suroeste de Alice Springs, dentro del Uluru-Kata Tjuta National Park.
Es junto con Kata Tjuta una de las mayores atracciones del Parque nacional Uluru-Kata Tjuta siendo uno de los mayores monolitos del mundo, con más de 348 metros de alto, 9 kilómetros de contorno y 2,5 kilómetros bajo tierra.3
Uluṟu es un lugar sagrado para los aborígenes australianos y desde 1987 es Patrimonio de la Humanidad. También es conocida como el ombligo del mundo. Sin embargo, no es la primera vez que los aborígenes australianos denominaron así a otras montañas sagradas.
El primer occidental en llegar a Uluru fue, en 1873, el explorador William Gosse quien tras alcanzar su cima junto a su guía, el afgano Jamran, le impondría el nombre del entonces primer ministro británico de Australia Meridional, Henry Ayers.
Uluṟu es uno de los iconos naturales más famosos de Australia. La formación rocosa se eleva 348 metros sobre el terreno circundante, y 863 m. sobre el nivel del mar, aunque la mayor parte se encuentra bajo tierra. El contorno del monolito mide 9.4 km. Tanto Uluṟu como Kata Tjuṯa tienen una gran significado cultural para los habitantes tradicionales Aṉangu, que organizan visitas guiadas para informar a los turistas sobre la fauna y flora locales, el monte bajo, y las leyendas autóctonas.
La superficie del monolito cambia de color según la inclinación de los rayos solares, tanto a lo largo del día como en las diferentes estaciones del año. Es particularmente famosa la imagen de Uluṟu al atardecer, cuando se vuelve de un color rojo brillante. A pesar de que la lluvia es poco frecuente en esta zona semiárida, durante los períodos húmedos la roca adquiere una tonalidad gris plateada, con franjas negras debidas a las algas que crecen en los cursos de agua.
Uluru es tan especial por su situación en mitad del desierto más grande del planeta y por su increíble color rojo y el cambio de tonalidades tan marcado que sufre con los cambios de iluminación.
¿Se puede subir? Los aborígenes piden a los turistas que respeten su tradición y no suban a su montaña sagrada, pero por otro lado, han puesto una cadena para facilitar la subida. Así que queda al criterio de cada uno decidir si subir o no. ¿Qué hicimos nosotros? Pues he de confesar que yo no pude aguantar la tentación de subir y hacer las fotos que podéis ver a continuación. Es una subida larga y hay que ir con cuidado pues no hay más que una cadena para evitar las caídas y una caída puede ser fatal.
Visualicemos a EL ULURU.
Muchas maravillas por conocer¡¡¡¡