Practicar diariamente los GHATAS.

por chamlaty

Los gathas son versos breves que podemos recitar durante nuestras actividades diarias para que nos ayuden a regresar al instante presente y a sumergirnos en la plena consciencia.

Como ejercicios tanto de meditación como de poesía, los gathas constituyen una parte esencial de la tradición budista zen. Utilizar un gatha no requiere de un conocimiento o práctica religiosa especial. A algunas personas les gusta memorizar un verso que les encanta y al que sienten que pueden volver una y otra vez. A otras les gusta escribir el verso sin más en un lugar que verán a menudo. El uso de los gathas se remonta a hace dos mil años.

Cuando ingresé como novicio en el monasterio Tu Hieu de Vietnam en 1942, recibí una copia de los Gathas para el uso cotidiano compilada por el maestro de meditación chino Du Ti. El libro de cincuenta gathas de Du Ti se escribió para los monjes y monjas de los tiempos antiguos. En Plum Village, donde resido, en Francia, practicamos gathas al despertarnos, al entrar en el salón de meditación, en las comidas y mientras lavamos los platos. De hecho, recitamos gathas en silencio durante todo el día para que nos ayuden a ocuparnos del instante presente.

Un verano, con el fin de ayudar a los niños y adultos de Plum Village en la práctica de la plena consciencia, empezamos a reunir gathas relevantes para la vida actual. El resultado es esta colección de versos prácticos y naturales. A menudo estamos tan ocupados que olvidamos lo que estamos haciendo e incluso quiénes somos. ¡Conozco a personas que afirman olvidarse incluso de respirar! Descuidamos el mirar y apreciar a quienes amamos hasta que es demasiado tarde. Aun cuando disponemos de algún tiempo de ocio, no sabemos cómo entrar en contacto con lo que está pasando dentro y fuera de nosotros mismos. Así que encendemos la televisión o descolgamos el teléfono, como si fuéramos capaces de escapar de nosotros mismos.

Meditar es ser consciente de lo que está ocurriendo: en nuestros cuerpos, nuestras emociones, y en nuestras mentes y en el mundo. Al instalarnos en el instante presente, contemplamos bellezas y maravillas ante nuestros ojos: un bebé recién nacido, el sol que se alza en el cielo. Podemos ser muy felices siendo conscientes de lo que tenemos ante nosotros. Recitar gathas es una manera de ayudarnos a sumergirnos en el instante presente.

Cuando centramos nuestra mente en un gatha, regresamos a nosotros mismos y somos más conscientes de cada acción. Cuando el gatha concluye, continuamos nuestra actividad con una conciencia aumentada. Cuando conducimos un coche, las señales nos ayudan a encontrar el camino. La señal y la carretera se convierten en una cosa, y vemos la señal durante todo el trayecto hasta llegar a la siguiente. Al practicar con los gathas, éstos y el resto de nuestra vida pasan a ser uno, así que vivimos toda nuestra existencia conscientemente. Esto nos ayuda mucho, y también a los demás. Descubrimos que disfrutamos de más paz, calma y felicidad, que podemos compartir con los demás. Cuando memorizamos un gatha, éste vendrá a nosotros de forma natural cuando realicemos una actividad relacionada, tanto si se trata de abrir el grifo como de tomar una taza de té.

No es necesario aprender todos los versos al mismo tiempo. Puedes retener uno o dos que te llamen la atención y dejar los otros para más adelante. Al cabo de un tiempo te darás cuenta de que los has aprendido todos y de que incluso estás creando algunos de tu propia cosecha.

Cuando escribí los gathas para usar el teléfono, conducir el coche y conectar el ordenador, lo hice dentro de la tradición que he heredado de mis maestros. Ahora tú eres también  heredero de esa tradición. Componer tus propios gathas, versos que se ajusten a las circunstancias específicas de tu vida, es una manera maravillosa de practicar el mindfulness.

Espero que esta colección de gathas te resulte una compañía constante y deliciosa.

Despertarse

Al despertarme esta mañana, sonrío. Veinticuatro nuevas horas me aguardan. Prometo vivir plenamente cada instante y mirar a todos los seres con los ojos de la compasión. Dar el primer paso del día ¡Caminar en la tierra es un milagro! Cada paso consciente revela la dimensión última.

Abrir el grifo

El agua fluye desde altas fuentes de montaña. El agua recorre las profundidades de la tierra. Milagrosamente, el agua llega a nosotros. Estoy colmado de gratitud. 

Mirarse al espejo

La conciencia es un espejo que refleja los cuatro elementos. La belleza es un corazón que genera amor y una mente abierta. Utilizar el baño Manchado o inmaculado, creciente o decreciente, estos conceptos solo existen en nuestra mente. La realidad del interser no ha sido superada.

Lavarse las manos El agua fluye sobre estas manos. 103 He de usarlas hábilmente para preservar nuestro precioso planeta. 

Vestirse

Al ponerme estas prendas, siento gratitud hacia quienes las hicieron y hacia los materiales que las conforman. Me gustaría que todos tuvieran con qué vestirse. Saludar a alguien Un loto para ti, futuro Buda.

Seguir la respiración Al inspirar, calmo mi cuerpo. Al espirar, sonrío. Cuando me sumerjo en el momento, sé que es un momento maravilloso. 

 Escuchar la campana

Que el sonido de la campana penetre profundamente en el cosmos.  Que incluso en los lugares más oscuros los seres vivos la escuchen con claridad, de modo que la comprensión ilumine sus corazones y, sin privaciones, trasciendan los reinos del nacimiento y la muerte. Desprenderse Cuando oigo la campana estoy listo para desprenderme de toda aflicción. Mi corazón en calma, mis penas han concluido. Ya no estoy apegado a nada. Aprendo a escuchar mi sufrimiento y el sufrimiento del otro. Cuando la comprensión nace en mí, también nace la compasión.

Servir el alimento

En este alimento observo claramente la presencia de todo el universo que sostiene mi existencia. Mirar el plato Este plato de alimento, tan aromático y apetitoso, también contiene mucho sufrimiento. Las cinco contemplaciones antes de comer Este alimento es el don de todo el universo: la tierra, el cielo, numerosos seres vivos, y mucho trabajo duro y hecho con amor. Comamos con gratitud y plena consciencia para ser dignos de recibirlo. Reconozcamos y transformemos las formaciones mentales perniciosas, especialmente nuestra avidez (y aprendamos a comer con moderación). Mantengamos viva nuestra compasión comiendo de forma que se reduzca el sufrimiento de los seres vivos, preservar nuestro planeta e invertir el proceso del calentamiento global. Aceptamos este alimento para nutrir nuestra hermandad, construir nuestra comunidad, y alimentar nuestro ideal de servir a todos los seres vivos.

Empezar a comer

Con el primer bocado, practico el amor que aporta alegría. Con el segundo bocado, practico el amor que alivia el sufrimiento. Con el tercer bocado, practico el gozo de estar vivo. Con el cuarto bocado, practico un amor ecuánime hacia todos los seres. Acabar tu comida Mi cuenco está vacío. Mi hambre, satisfecha. Prometo vivir para beneficio de todos los seres.

Tomar té

Esta taza de té entre mis dos manos: la plena consciencia perfectamente sostenida. Mi mente y mi cuerpo habitan en el aquí y el ahora. Tocar la tierra La tierra nos da la vida y nos alimenta. La tierra nos lleva a su seno. Nacemos y morimos en cada aliento. 

 Encender la televisión

La mente es una televisión con miles de canales. Elijo un mundo tranquilo y sereno para que mi gozo sea siempre nuevo.

Encender el ordenador Al encender el ordenador, mi mente entra en contacto con el depósito.  Prometo transformar la energía del hábito para ayudar a que el amor y la comprensión crezcan. 

Sonreír a la ira Al inspirar, siento mi ira. Al espirar, sonrío. Permanezco en mi respiración, así no me perderé.

Conducir el coche

Antes de arrancar el coche, sé dónde voy. El coche y yo somos uno. Si el coche acelera, yo acelero.

Al acabar el día

El día se acaba, nuestra vida es un día más corta. Observemos detenidamente lo que hemos hecho. Practiquemos con diligencia, proyectando todo nuestro corazón en el camino de la meditación. Permitámonos vivir cada instante en profundidad, en libertad, para que el tiempo no se diluya sin sentido.

THICH NHAT HANH

www.actualizandome.com 

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