La leyenda del TÉ.

por chamlaty

Cuenta una sorprendente leyenda, que hace mucho, pero que mucho tiempo, vivía en China un emperador muy sabio. Era muy querido por todos porque siempre se comportaba de forma noble y justa y miraba por el bien de toda la población. Este emperador se llamaba Shen Nung, y le encantaba leer y aprender todo lo relacionado con la ciencia y la medicina.

Llegó una época en la que muchas personas de su reino comenzaron a enfermar, y él después de mucho pensar, decidió que todos debían beber agua hervida, porque sospechaba que el mal podría estar en la contaminación del agua. Así, mediante un mandato, todos comenzaron a hervir el agua para beber y cocinar.

Al emperador le gustaba mucho salir a la montaña, y en ocasiones, se quedaba allí a comer. Un día, se sentó junto a un precioso arbusto de hojas verdes y ovaladas y flores blancas y aromáticas. Era la planta del té.

Como tenía hambre, el emperador hizo una pequeña hoguera y colocó encima una pequeña cacerola para hervir un poco de agua. Entonces, un suave viento arrancó unas hojas del arbusto y éstas cayeron sobre el agua. El emperador no se había dado cuenta, y al cabo de un rato, comenzó a notar un extraño pero atrayente olor… Al mirar el agua, comprobó que había cambiado de color por culpa de las hojas de aquel arbusto.

El emperador, atraído por la curiosidad, probó aquel líquido y comprobó que no solo estaba delicioso, sino que además le proporcionaba más energía. Ese día, el emperador Shen Nung acababa de descubrir el té. Desde entonces, esta planta comenzó a utilizarse en todo el mundo.

Esta curiosa leyenda, la leyenda del té, nos cuenta el posible origen de esta infusión, una bebida que comenzó a consumirse en China y se extendió rápidamente por todo el mundo.

Sorprende que una vez más, los grandes descubrimientos, suceden de forma accidental, como el origen del queso Roquefort. En esta ocasión, fue por una extraña casualidad.

El té, además, es una bebida muy valorada.

El té se cambiaba por caballos: ¿Te imaginas a alguien ofreciendo su caballo a cambio de un kilo de té? Pues por sorprendente que parezca, ocurrió. Durante un tiempo, el té era tan valorado y extraordinario que se creó una ruta comercial que atravesaba el Tibet. Allí, se intercambiaba el té chino por caballos tibetanos. Más tarde, también se aceptó como moneda de cambio del té: lana, los metales preciosos y las medicinas. A esta ruta se le llamó ‘la ruta del té’.

En Japón se creó toda una ceremonia: El té también llegó a Japón, en donde se creó una ceremonia especial para degustarlo. La ceremonia se conoce con el nombre de ‘chanoyu’ y tienen lugar en las ‘casas del té’. Se trata de todo un encuentro social: los asistentes se descalzan al entrar y se ponen calcetines blancos. Se guarda un pulcro silencio que solo queda roto de vez en cuando por un ‘gong’ que indica el comienzo de la preparación del té y el momento en el que está listo.

El té y sus maravillosas propiedades para la salud: Se ha hablado y estudiado mucho de las ventajas de consumir té. Según el tipo de té, tendrá unas propiedades u otras, porque el té varía mucho dependiendo de la zona en donde crezca e incluso la hora y la forma de recolección. Sin embargo, en general, todos comparten todos estos beneficios: retrasan el envejecimiento, ayuda a prevenir enfermedades del corazón, ayuda a bajar el colesterol, ayuda a conservar sanos los dientes y contribuye a mejorar las defensas del cuerpo.

El té se consume más que el café: ¿A que te ha sorprendido? La primera bebida más consumida en el mundo es, evidentemente, el agua. Pero el té se sitúa en segunda posición, por delante de otras bebidas como el café. Ambas, té y café, provienen de plantas. En el caso del té, de un arbusto llamado Camellia sinensis. Para elaborar el té, se utilizan sus hojas y sus brotes.

 

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