“Una tarde la gente vio a una anciana buscando algo en la calle fuera de su choza. ¿Qué pasa, qué buscas?, le preguntaron. Perdí mi aguja – dijo ella. Todos los presentes comenzaron a buscar la aguja con la anciana.
Al paso del tiempo alguien alguien comentó: La calle es larga y una aguja algo muy pequeño, ¿porqué no nos dices exactamente dónde se te cayó? Dentro de mi casa – indicó la anciana.
¿Te has vuelto loca? Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿porqué la buscas aquí fuera? – le dijeron. Porque aquí hay luz, pero dentro de la casa no, resolvió ella.”
Los budistas nos recuerdan que muchas veces, por comodidad, buscamos en el exterior lo que reside en nuestro interior. ¿Por qué buscamos la felicidad fuera de nosotros? ¿Acaso la hemos perdido allí?