Esas que nos hacen realmente humanos, detalles que están guardadas en el centro de tu corazón como preciadas joyas.
La vida es un regalo magnífico no sabemos de donde proviene, ni a donde va, lo que debemos hacer, es no perder la esencia y el valor de las cosas esenciales.
Sorprenderse día a día con la infinidad de cosas que parecen irrelevantes: como es el ver, oír, sentir, recordar, pensar, respirar, oler, etc.
Las cosas sencillas suelen ser de las más valiosas y son probablemente las que menos apreciamos, simples y pequeñitas que nos llenan de paz.
El simple gusto de una amistad, una puerta que se abre, un sillón cómodo, un apretón de manos, un abrazo, una sonrisa, el espacio del silencio entre las notas musicales, la calma de la noche, una estrella en el cielo, el fresco amanecer, un hermoso atardecer, una flor que se abre , un pájaro que canta, una mariposa que vuela, una montaña, las nubes, un riachuelo, la sonrisa de los niños, el aire golpeando tu rostro, un sorbo de una agua fresca ante la sensación de sed, un té caliente, una mirada amable,una interminable lista que seguramente en la mayoría de las veces nos parecen cosas obvias.
Son esos detalles que nos hacen sentir la felicidad, la vida se vuelve una fiesta cuando sabemos disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
La riqueza de la vida brilla en esas pequeñas cosas que siempre nos rodea y que por ser tan PEQUEÑITAS NO LAS VEMOS y dejamos de disfrutarlas en el mar de olas conjuntas.
PERMITETE un momento de silencio que te permita estar en PAZ Y REFLEXIONAR.
Comparte algunos de esos pequeños detalles de la vida y disfruta ese proceso, en el área de comentarios, valoro mucho sus expresiones.
Gracias.
Miguel Chamlaty
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