Como todo en esta vida, los hábitos tienen cosas buenas y malas. Nuestros hábitos nos ayudan a liberar la mente mientras nuestro cuerpo es capaz de reproducir patrones de forma automática.
Piensa en cómo te duchas por las mañanas y seguramente encontrarás algún patrón repetitivo. Nuestro modo de conducir también está regulado por nuestros hábitos. Prácticamente no pensamos cuando lo hacemos. Pero los hábitos también pueden tener un lado negativo, sobre todo si te dejan encasillado en unos patrones de comportamiento inconsciente y derrotista que inhiben tu desarrollo y limitan tu éxito.
Los hábitos adquiridos producen tu nivel de resultados
Si quieres mejores resultados deberás abandonar alguno de tus hábitos y adquirir otros nuevos. Los hábitos positivos te traerán consecuencias positivas, mientras que los hábitos negativos te traerán consecuencias negativas, así que está en tu mano elegir. Se que no es un camino fácil, pero se puede lograr, así que vamos con unos sencillos consejos que te podrán ayudar:
1. Crea una lista de hábitos que creas que te restan productividad, o que puedan tener un impacto negativo sobre tu futuro. Si no te sientes capaz de hacerlo por ti mismo, o simplemente no se te ocurre ninguno, te recomiendo que preguntes a las personas que te rodean y conocen. Pídeles que te indiquen cuales son en su opinión esos hábitos. Compara lo que te han dicho con la lista que te has preparado y busca coincidencias. Se trata de un ejercicio de gran valor para ti.
Como referencia, te puedo indicar una lista de hábitos perjudiciales más frecuentes:
Dejar las cosas para más adelante.
No entregar los documentos y servicios en el plazo acordado.
Dejar que venzan los plazos de pago sin razón aparente.
Llegar tarde a reuniones o citas.
Olvidar el nombre de una persona al poco tiempo de que te le hayan presentado.
No dejar hablar a los demás y no escucharlos.
No gestionar correctamente las distracciones, por ejemplo contestar al teléfono en cualquier momento, interrumpiendo lo que estés haciendo con otra persona o tener la necesidad de leer el correo en el momento que es recibido. Puedes encontrar un poster de ayuda en nuestra página de recursos de activateam.
Trabajar hasta muy tarde.
Dar más prioridad al trabajo que a la propia familia.
Comer comida rápida más de dos dias a la semana.
No cultivar tu dimensión mental, mediante la lectura o el aprendizaje de nuevas actividades.
No hacer ejercicio físico.
2. Cuando tengas identificados tu lista de hábitos negativos, selecciona uno de ellos y decide sustituirlo. Este es quizá el paso más importante, pues requiere de tu fortaleza, autocontrol y disciplina. Convéncete de que quieres hacerlo. Requerirá de ti decisión. Recuerda que para hacer cualquier cosa en esta vida, son necesarios los tres componentes, querer (motivación), saber (conocimiento) y poder (cómo)
3. Escoge un hábito positivo que sustituya al negativo. Este hábito será más productivo. Desarrolla un sistema que te ayude a potenciar este hábito, así que piensa ¿qué acciones voy a poner en marcha para empezar a funcionar siguiendo este nuevo hábito? ¿Cómo voy a mantener mi motivación? y ¿Cómo voy a mantener mi compromiso con mi nuevo hábito? Un par de ejemplos que te puedan ayudar
Ponte recordatorios para asegurar que cumples con tu propósito.
Haz equipo con otra persona, de modo que podáis llevar el control sobre el nuevo hábito entre vosotros.
Nada cambia a menos que cambies tu
Quizá ahora te empieces a preguntar cuánto tiempo tienes que estar trabajando hasta que una nueva actividad se convierta en hábito. Los estudios de la neurociencia nos dicen que si repetimos una misma actividad de manera constante durante 13 semanas, esta actividad se convertirá en hábito. Será tuya para toda la vida, o al menos hasta que decidas cambiarla por otro hábito más productivo. Con estas sencillas cuentas, podrás ver que puedes incorporar cuatro hábitos nuevos cada año. Piensa en cómo podrías cambiar los resultados que obtienes cambiando cuatro hábitos al año.
Ten también esto en cuenta en el momento que quieras que una actividad en tu empresa se convierta en hábito. Cuando quieras implementar un nuevo procedimiento o forma de trabajo, deberás de ser consciente de que al menos durante 13 semanas deberás estar supervisando la correcta implementación y seguimiento de la nueva instrucción. Después tan solo con auditorías mensuales será suficiente.
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