El Estado es una ficción que pregona la igualdad pero genera desigualdad.

por chamlaty

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 rafacanseco

El estado es una ficción que pregona la igualdad pero genera desigualdad, en relación al sistema de la iglesia solo cambio el nombre pero no la esencia, ambos conviven en nuestra mente provocando confusión, otra cosa es organizar.

Aunque ambos términos representan una idea ficticia, el estado surgió como oposición a la iglesia, y por ello son sistemas contradictorios entre sí, aunque uno pide sumisión a dios y otro al estado, en nuestra mente que siempre busca como acomodar las ideas para encontrar satisfacción, conviven los dos sistemas de tal forma que damos cabida a la religión y al nacionalismo, pero en esencia esos términos son opuestos y producen confusión en el pensamiento.

La idea del estado ha generado desigualdad al establecer un lenguaje de diferencia y de jerarquías, la autoridad como elemento esencial del estado es desigualdad e instintivamente encuentra oposición porque limita la libertad.

La idea del presidente o gobernadores como institución, no es más que la continuidad de la idea del rey o del emperador, porque esos sistemas se basan en el centralismo y en el poder absoluto y en nuestra mente esa idea sigue en relación al ejecutivo , a quién se considera director o responsable, a quien se alaba o crítica desmedidamente como si de verdad una persona pudiera dirigir los destinos de millones.

Y sin embargo para mantener el sistema de desigualdad es necesario que los medios de comunicación acepten esa idea y siempre tengan como noticia importante y principal la actuación del ejecutivo, por ello los medios aunque sean críticos del sistema promueven el mismo y lo mantienen porque generan la idea de que el sistema si funciona pero no las personas y eso es un gran error, porque cualquiera que sea la persona no se puede dirigir a nadie, porque cada quien acepta a su conveniencia lo que le dictan y menos aún cuando el sistema es centralizado en una persona o institución, sin embargo no existe medio que analice el sistema como forma de organizar y critique el sistema, ya que lo único que se crítica es a las personas pero se mantiene la creencia de que el sistema es el ideal, y así se mantiene la desigualdad que requiere como elemento esencial para mantenerse que no parezca perfecto el sistema y que se mantenga la lucha entre las personas únicamente.

El instrumento del estado que es la ley regula desigualdad y no igualdad, y parte del principio de que la ignorancia de la ley no es motivo de su inobservancia y sin embargo es una realidad que existen tantas leyes que nadie las conoce y los que conocen algunas y se vuelven especialistas en dichas leyes , no se ponen de acuerdo en la interpretación de las mismas.

Así es evidente que aunque las leyes no se conocen se acepta en el pensamiento que hay que hacer lo que la ley diga como máxima irrefutable, y se hacen leyes para todo aún cuando es evidente que esa actividad no da resultados y sin embargo se fomenta ignorando la realidad de que nadie las conoce y los que si las conocen solo las manejan a su conveniencia.

En nuestro pensamiento condicionado existe la idea de que sin autoridad no hay orden, pero la razón es más bien que habiendo autoridad hay desorden porque provoca una reacción instintiva de desorden y violencia, en cambio , la igualdad solo puede generar orden, porque todos queremos libertad y no queremos violencia, el conocimiento de cada función es la única «autoridad » que debe reconocerse y que se tiene que trasladar a los demás con convencimiento y no con imposición.

El estado como sistema de organización opera en nuestra mente y condiciona nuestro pensar, de tal manera que también nos hace pensar que sin democracia, lo que habría sería una dictadura.

Todos somos iguales, porque pensamos condicionadamente y efectivamente creemos que sin democracia, lo que existiría sería una dictadura, pero eso no es razonable.

La organización real nada tiene que ver con el estado democrático, si se mantiene éste, es porque hay una organización natural que soporta esta figura creada por la mente, o sea solo es una ficción que se ha apoderado de nuestro pensar para mantener la desigualdad.

Si la humanidad ha avanzado no es por las ficciones sino porque existe una organización real que a pesar de los sistemas de ficción avanza.

A pesar de ellas la sociedad avanza, porque la organización real la sostiene.

La organización real es la simple división de funciones de una actividad.

La democracia como idea que se nos ha inculcado no es perfecta porque no se permite analizar a si misma como sistema de organización que puede o no funcionar.

En la cultura actual la democracia es prácticamente una dictadura del pensamiento, porque no permite que se haga un análisis serio de su funcionalidad, criticar la democracia genera el pensamiento condicionado de que lo contrario es imposible, porque sería revivir los sistemas de organización que ya han probado su ineficacia, pero esto es solo una sinrazón mas producida por la misma cultura democrática que impera en nuestro pensamiento y es la forma en que ese pensamiento es autoritario e impositivo, porque para que el pensamiento de la democracia fuera puro debería admitir la crítica contra ella misma como forma de organizar, de tal manera que en la actualidad se vive una democracia autoritaria, mientras no se analice con seriedad las instituciones que le dan vida, fundamentalmente la institución del estado, que en su origen es una idea que no puede funcionar para organizar, porque se basa en la creación de un elemento ajeno a la persona y que finalmente protege a otro elemento ficticio como la empresa y la propiedad, que son los fundamentos de la desigualdad social y económica, así es que si no se analiza el origen tanto material como psicológico de las instituciones que estructuran la democracia y no hay libertad de pensamiento para su análisis, no existe la democracia porque no representa la libertad de expresión que pregona y por el contrario se convierte en una democracia autoritaria que no permite cuestionamientos sobre la funcionalidad de la idea misma, y es que en este sentido, los ejemplos reales actuales de ineficiencia de las personas que tratan de implementarla y defenderla, demuestran la ineficacia de la idea como forma de organización, y sobre esto habría que ahondar en la idea sencilla de que no puede existir organización colectiva y mucho menos ficticia, sino existe primero organización individual.

Si no votas no te quejes, yo digo si votas no te quejes, si sacas tu credencial no te quejes, tu sostienes el sistema de desigualdad.

El estado tiene que desaparecer como forma de organización para que así se logre la igualdad y libertad que pregona y cuando esto se logré podrá nacer la idea pura de la democracia o sea el gobierno del pueblo.

Y esto no es un ideal, es mas utópico e idealista seguir pensando que se puede construir una ficción, que solucione los problemas de las personas, como la democracia en su sentido actual.

No podemos ignorar los efectos de esto que llamamos democracia y no podemos seguir pensando idealmente que se puede solucionar sin analizar sus efectos reales. seguir así es vivir en la utopía y el idealismo. y no en la realidad.

De todas las formas de gobierno que han existido es la más mentirosa y falsa, no ve por la mayoría, aunque así se pregone la democracia se basa en la mentira de que la mayoría tiene la razón y la historia de la humanidad ha demostrado una y otra vez lo contrario.

Si bien todos tenemos razón en el sentido de que es lo que permite comunicarnos y entendernos, podemos distinguir con un poco de calma lo que es razonable de lo que no lo es, para coincidir en el pensamiento. Solo así la razón común se puede entender como razón, pero mientras haya diversidad de interpretaciones no se puede hablar de razón.

Aún cuando es razonable que somos iguales y diferentes a la vez, la base de la razón es la igualdad, porque solo así se puede percibir y entender la desigualdad.

La decisión de las mayorías no es más que un circo de mercadotecnia en donde se pueden decir todas las mentiras posibles para lograr el poder y este se logra en la medida en que la mercadotecnia haga su labor, o sea es un concurso en donde importa más el dinero invertido y la imagen de las personas que el conocimiento real de las mismas y sin embargo esta contundente verdad, se prefiere ignorar en nuestro pensamiento ya sea por conveniencia o por temor.

 

Si se estuviera convencido de que ese es el método, también debería implantarse en la empresa, pero ahí, tal idea resulta absurda porque la empresa es el verdadero foco de la desigualdad y el autoritarismo protegido por el estado.

El sistema educativo como parte del estado, tiene un error de origen, no promueve el instinto de conocimiento, sino que lo trata de apagar, generando el pensamiento condicionado de que quién no puede terminar la escuela debe sentirse frustrado.

Sin embargo, los horarios, las tareas, los exámenes, son herramientas que van contra la libertad de las personas y que tratan de apagar su instinto natural de conocimiento.

El sistema educativo tiene apenas 100 años de implantarse y la humanidad ha generado conocimiento durante miles de años, porque el conocimiento es un instinto que no se puede limitar y que para que sea efectivo debe ser libre, por lo tanto el sistema del estado, genera el pensamiento condicionado de que quién no termina la escuela debe sentirse frustrado y lo logra, de tal manera que a los 20 años, las personas ya llevan la carga de sentirse desiguales por no haber terminado una carrera, lo que los frustra, cuando lo único que sucede es que su libertad no quiso aceptar que se limitará o encerrara su instinto de conocimiento.

Incluso el titularse, hacer una especialidad, maestría o doctorado, y conseguir un curriculum impresionante que solo consigue construir el ego de desigualdad, no garantiza que de verdad se tenga el conocimiento y tampoco garantiza que no se sienta frustrado quien lo tenga, sin embargo todo esto que es real y que sucede no se analiza como falla del sistema, sino que se ignora y se sigue promoviendo la misma mentira de juzgar a las personas por sus títulos y no por su real conocimiento.

Son los que estudian, tienen maestrías y doctorados e impresionantes curriculums, los que tienen al país como esta, porque insisten en organizar una ficción, y el conocimiento adquirido en la escuela, les ha ocultado la sencillez de la organización y de la igualdad y por el contrario les ha confundido la mente al grado que no aceptan que están organizando y fomentando desigualdad, creando un lenguaje confuso que trata de justificar esa desigualdad acercándola a la igualdad.

La lucha entre el pensamiento de desigualdad y la propia naturaleza de nuestro cuerpo es desigual, porque el instinto no podrá limitarse ni apagarse nunca, por ello el sistema de desigualdad que opera en nuestro pensamiento nos hace sentir incómodos, y por ello debemos ordenarlo a nuestra conveniencia y en materia de conocimiento debemos tener clara la idea de que nuestro instinto permanece intacto y por lo tanto aprendemos en cualquier momento sin importar la edad y que vasta nuestro deseo y nuestro gusto para encontrar el camino del conocimiento, sin que sea necesario mayor reconocimiento que la satisfacción que genera el saber que se conoce algo, y que si no logramos terminar una carrera, es más bien un orgullo, porque nuestra libertad no se doblego ante la imposición del sistema de meternos el conocimiento de desigualdad a la fuerza, con las herramientas de horarios, tareas y exámenes, en los que no encontramos satisfacción.

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