Hace mucho tiempo un hombre había escuchado sobre lo preciosa y aromática que era la madera de Sándalo, el deseaba tanto conocer y tener en sus manos esta madera que con mucha fe empezó a escribir cartas a sus familiares y amigos, pidiendo amablemente que le regalaran u trozo de Sándalo.
Pasaron días y semanas y continuaba enviando cartas sin tener respuesta alguna, hasta que un día mordió el lápiz con el que escribía y sintió un particular olor, se trataba de lo que tanto anhelaba encontrar, el lápiz estaba hecho con Sándalo.
Moraleja: muchas veces en la vida deseamos descubrir u obtener cosas que creemos están tan lejos y fuera de nuestro alcance a tal punto que nos cegamos de lo que nos rodea y no percibimos que eso que buscamos muchas veces está tan cerca o en nuestro interior.