Si tú eres de los que está buscando mejorar en tu entorno laboral, considera estas “S” como parte, y claro observa si alguna de estas no te suena como parte de tu desempeño, sencillo solo decide atender alguna “s” y a ponerla en práctica para empezar a desarrollarla o simplemente acrecentarla.
“S” de saludable
Cuida tu salud física. Haz ejercicio, aliméntate adecuadamente para contar con la energía necesaria no sólo para realizar tu trabajo, sino para mantener tu salud mental.
“S” de sereno
Controla (que no reprime) tus emociones, sobre todo la ira. Ten paciencia y tacto en tus relaciones con los demás, practica la empatía. Periódicamente, a lo largo del día, haz pequeños ejercicios de relajación.
“S” de sincero
Haz que la ética, la honestidad y la justicia sean tus guías. Sé abierto, respetuoso y asertivo a la hora de manifestar tus puntos de vista. Di las cosas con franqueza y respeto.
“S” de sencillo
Compórtate con humildad y simplicidad. No dejes de dar a conocer tu valor y tus logros, pero hazlo sin presunción ni prepotencia. Asume que todos tienen sus propios méritos y todos, también tú, sus “defectillos”.
Concédele el justo valor que se merece a lo material: evita la pompa, la ostentación propia del que necesita presumir para que no se note aquello de lo que carece
“S” de simpático
Sé abierto, cordial, amable, cortés. Pon un toque de humor en las conversaciones, por supuesto evitando las burlas, el cinismo o el sarcasmo.
“S” de servicial
Ayuda a los que te rodean, por el simple placer de ayudar: disfruta del altruismo.
“S” de sinérgico
Colabora con tus compañeros, crea equipos para poner en conjunto y aprovechar lo mejor de cada uno, consciente de la importancia de motivar a los demás, de liderar, de contagiar entusiasmo sin imponer criterios propios.
Stephen R. Covey