El principio fundamental se basa en el peso del ancla y en su diseño, especialmente en las garras o dientes que penetran en el lecho marino, aumentando la fuerza de sujeción cuando el barco tira hacia atrás.
La forma y el diseño del ancla, como sus brazos curvados o aletas, permiten que se entierre en el fondo y se mantenga en su lugar, aprovechando la fricción entre el ancla y el fondo para generar resistencia.
La cadena o cabo que conecta el ancla con la embarcación es esencial, ya que transmite la fuerza de sujeción generada por el ancla al barco.
La longitud de la cadena o cabo influye en el ángulo de anclaje, y una cadena más larga permite un ángulo más plano, lo que aumenta la fuerza de retención.
Además, el ancla debe ser lo suficientemente pesada para hundirse y resistir las fuerzas del entorno, y su diseño debe adaptarse al tipo de fondo marino, ya que diferentes anclas funcionan mejor en fondos blandos, fangosos o pedregosos.
EL CONOCIMIENTO SIEMPRE ES MOTIVANTE
¿TENÍAS CLARO ESTE PROCESO DEL ANCLA?

