La rana que decía ser médico.

por chamlaty


Existía en el pantano una rana presumida y coja que no hacía más que gritar mientras saltaba sin guardar bien el equilibrio:

– ¡Vengan a que les cure! Si tienen algún problema, vengan todos a mi consulta. ¡Soy el mejor médico de la zona y curo todos los males!

La rana no dejaba de contar al resto de animales que era un fantástico médico y que conocía todos los remedios para absolutamente todos los males.

Pero un día, una zorra, cansada de escuchar a la rana, le dijo:

-Rana, deja de decir tonterías. ¿Por qué anuncias a todos sin cesar que puedes curar cuando tú saltas cojeando y no eres capaz de curarte a ti misma?

Moraleja: «No presumas de aquello que no podrás demostrar»

(‘La rana que decía ser médico’ – Esopo)

La vanidad es un sentimiento de arrogancia propio de los que tienen la estima demasiado alta, alejada por cierto de la realidad. Pero el vanidoso al final termina ganándose el rechazo de los demás. 

El vanidoso se engaña a sí mismo: A veces sin querer, otras queriendo, aquel que presume de aquello que carece, no hace otra cosa que engañarse. También a los demás, pero sobre todo a él mismo. Al final se dará cuenta de sus carencias y caerá en un gran sentimiento de frustración.

La vanidad provoca el rechazo de otros: El presumido y arrogante solo consigue rodearse de aduladores que persiguen algún tipo de interés. El problema llegará cuando de pronto alguien realmente sincero le diga la verdad. La mayoría se alejará de él porque lo considerará un mentiroso. La vanidad y arrogancia por tanto, no es un buen aliado de las relaciones sociales.

«El arrogante y presumido solo consigue rodearse de aduladores que mienten para alimentar su ego a cambio de favores»

 

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