Cuenta una leyenda que hace mucho tiempo, vivía en la zona en donde ahora se encuentra el hermoso cenote de Chen Ha un joven con su mujer. El chico, había vivido hasta hacía poco con sus padres, un poco más abajo. Pero al conocer a la muchacha, se casó y comenzó a vivir por su cuenta.
Al chico no le iba nada mal el cultivo, y consiguió vivir con holgura, además de tener alimento de sobra. Pero su padre murió, y su madre quedó viuda.
La viuda comenzó a tener problemas para mantener sus sembrados y pronto se quedó sin alimento. Así que subió a casa de su hijo a pedirle un poco de maíz. Su hijo le dio un poco pero protestó bastante al hacerlo. Y a los pocos días, al ver que su madre regresaba a por más, escondió todo lo que tenía y le dijo que no le quedaba maíz para darle.
La pobre mujer se fue muy apenada, consciente de que su hijo le mentía, ya que se podía ver desde fuera el campo próspero, repleto de mazorcas.
Ante este gesto, los dioses decidieron castigar al chico, abriendo un profundo cenote en donde estaba su casa. La vivienda se hundió en las aguas, y el chico fue convertido en una serpiente con alas.
Se cuenta que en las noches de luna llena, se puede ver en ocasiones a la serpiente alada volar por la zona del cenote sin descanso, y que en días en los que el agua del cenote de Chen Ha están cristalinas, pueden intuirse en el fondo algunos restos de la vivienda.
Esta leyenda mexicana, ‘La serpiente alada’, alerta de las consecuencias de no tratar bien a los demás. En este caso, además, se trata de un hijo y una madre.
A los padres siempre se les debe gratitud: La actitud del hijo hacia una madre que le había cuidado durante tanto tiempo, es realmente asombrosa. Negar un poco de alimento a una madre es reflejo de un mal corazón. Y aunque no fuera su madre, también sería negar un poco de caridad. Precisamente es lo que los dioses castigan según la historia de esta leyenda.
La generosidad, un valor esencial: No le hubiera costado mucho al joven compartir su alimento con su madre, pero prefirió no hacerlo. Y además, ocultó el maíz, lo que implica que estaba mintiendo. Así que en esta ocasión, el protagonista de esta historia rechaza dos valores esenciales muy importantes: el de la generosidad y el de la sinceridad.
Dato curioso: El cenote de Chen Ha que se describe en ‘La serpiente alada’ existe y ha sido hasta ahora un punto de turismo al que acuden muchos amantes del buceo. Es un paraje muy hermoso de Yucatán y su interior está repleto de extrañas cavernas.