Un niño entra en una barbería y el barbero susurra a su cliente:
– Fíjese bien, le voy a demostrar que acaba de entrar el niño más tonto del mundo.
El barbero se acerca al niño y extiende sus manos: en una tiene un billete de 5 euros y en la otra, dos monedas de 1 euro. Entonces, el barbero le dice.
– A ver, ¿cuál prefieres?
Y el niño, sin dudar, agarra los dos euros y se va corriendo. El barbero comienza a reír y dice a su cliente.
– ¿Qué te dije? ¡Este niño es tonto! ¡No aprende nunca!
Cuando el barbero termina su trabajo, el cliente sale de allí y ve salir de una heladería al mismo niño que había entrado en la barbería. Por curiosidad, se acerca a él y le pregunta:
– Dime, hijo, ¿por qué te llevaste las monedas y no el billete?
El niño, relamiendo su helado de chocolate, respondió:
– Porque el día que me lleve el billete, se acabará el juego.
Moraleja: «La inteligencia es aquella capaz de avisarnos de un problema antes de que llegue».
(‘El barbero y el niño’ – Fábula anónima)
La inteligencia nos ayuda a ver llegar los problemas: Somos lo suficientemente inteligentes como para ver llegar un problema. Pero a veces no nos paramos a pensar por pura ‘vaguería’. En el ajedrez, los dos contrincantes piensan ‘en futuro’, con una serie de pruebas, ensayos y errores mentales. Buscan posibles trayectorias imaginarias para anteponerse a lo que puede pasar después.
«Si miramos la vida como un tablero de ajedrez, sabremos anticiparnos al problema, porque seremos capaces de verlo llegar antes de que nos golpee»
— Reflexiones sobre la fábula ‘El barbero y el niño’