Can’t help myself es una obra de Sun Yuan y Peng Yu y ese robot tiene una misión:
limpiar la sala y quitar el aceite que la rodea. Al principio lo consigue y de hecho la máquina se mueve de tal manera que parece celebrar que le resulte tan fácil limpiar ese suelo.
Pero al día siguiente, la sala se mancha de nuevo de ese líquido y poco a poco dicha máquina «se da cuenta» de ello y empieza a tener un comportamiento cada vez más errático, haciendo parecer que se «está desesperando».