Había un maestro ZEN que practicaba la meditación con extrema diligencia. Normalmente dormía en una posición sentada en vez de acostada, apenas lograba descansar. No obstante, a pesar de practicar la meditación por muchos años, todavía no se había iluminado por el CAMINO.
Un día, un novicio de desconocida procedencia pidió permiso para unirse a la orden. Dicho novicio se comportaba como un vago, hasta el punto que se quedaba dormido después de anunciado las campanadas anunciando el inicio de las oraciones del día. Informado de esto el Maestro le llamó y le reprendió, de la siguiente manera; ¿Cómo es que te has unido a la orden y sigues tan perezoso que sigues acostado? ¿no recuerdas las reglas de disciplina, las cuales dicen? «QUEDARSE EN LA CAMA Y NO PODER LEVANTARSE TRAS OÍR LAS CAMPANAS TRAERA LA FUTURA RETRIBUCIÓN DEL RENACIMIENTO COMO SERPIENTE» El novicio contestó, usted dijo Maestro, que me acuesto a menudo y que por eso me convertiré en serpiente ¿que pasa con usted que está apegado a la postura sentada? ¿usted renacerá en sapo? ¿cómo que otra cosa podrá esperar renacer usted?
Inmediatamente tras este intercambio el novicio desapareció. Sin embargo, el MAESTRO HABÍA DESPERTADO.
Según cuentan se dice que el novicio pudiera haber sido un Bodhisattva (se dice de aquellos que llevan el camino de BUDA) que había adoptado esas características para iluminar al Maestro.
——
El Maestro cogió un ladrillo y empezó a picarlo con una piedra.
El estudiante preguntó qué estaba haciendo, y el Maestro contestó, ‘Estoy intentando pulir este ladrillo para hacerlo un espejo.’ –
‘Puedes pulir todo lo que quieras que eso jamás hará un espejo de un ladrillo.’ –‘y puedes sentarte de piernas cruzadas todo lo que quieras que eso jamás hará un Buddha de ti.”
HISTORIAS BUDISTAS.