Las/los Dolomitas son un conjunto de macizos montañosos en los Alpes orientales italianos, al sur de la cadena principal alpina, casi en su totalidad incluidos en las regiones del Veneto, Trentino-Alto Adige y Friuli-Venecia Julia (parte de las provincias de Belluno, Bolzano, Trento, Udine, Pordenone, Vicenza y Verona), con una pequeña parte también incluida en Austria (Dolomitas de Lienz). Es una de las zonas naturales y turísticas más reconocidas de los Alpes, que alberga un parque nacional y nueve parques naturales. Localidades como Cortina d’Ampezzo, Rocca Pietore, Ortisei, Arabba, Selva di Val Gardena y Corvara in Badia viven del turismo, sea naturalista o de deportes de invierno (tiene una de los mayores zonas de esquíde Europa y la mayor italiana, Dolomiti Superski, con más de 1200 km de pistas) o escalada.
El nombre honra a Déodat de Dolomieu, geólogo francés que descubrió la composición de la roca dolomia en 1791. Anteriormente se conocían como Monti pallidi (montes Pálidos), a veces todavía en uso. El punto más elevado es la Marmolada con 3342 m, siendo muchas las cimas que superan los 3000 m: Antelao, Pelmo, Tofanas, Civetta, Sassolungo, Piz Boè, Cima de la Vezzana, Cima Tossa, Punta dei 3 Scarperi, Sorapìss, Sass Rigais o Cimone della Pala.
Los Dolomitas fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 26 de junio de 2009, comprendiendo una zona de protección de 135 910,9 ha y una zona de respeto de 98 511,9 ha.
La génesis de este tipo de roca carbonatada comienza con la acumulación de conchas, corales y algas calcáreas, en un ambiente marino y tropical (similar al actual arrecife de coral de las Bahamas y del oriente de Australia), que tuvo lugar en el Triásico, aproximadamente hace 250 millones de años, en áreas con latitud y longitud muy diferentes a la ubicación actual de los Dolomitas, donde existían mares cálidos y poco profundos. En el fondo de esos mares se acumularon cientos de metros de sedimentos que, por su propio peso y perdiendo los fluidos internos, se convirtieron en roca. Posteriormente, la colisión entre la placa europea y la placa africana (orogenia alpina) sacó estas rocas elevándolas a más de 3000 m sobre el nivel del mar.
El levantamiento de las rocas dolomiticas todavía está en curso. Hoy los Dolomitas muestran la blancura de los carbonatos de los arrecifes de coral, la agudeza de las rocas implicadas en la orogénesis reciente, las incisiones de poderosos agentes exógenos (glaciares, viento, lluvia, frío-calor). Son frecuentes los macereti (depósitos detríticos), mientras que los glaciares y campos de nieve están presentes aunque no de gran extensión (el más grande es el de la Marmolada). También es importante el de Fradusta en el Pale di San Martino). Los fenómenos de erosión son la base de formaciones geológicas particulares, las pirámides de tierra en Alto Adigio y en Segonzano en Trentino.
En el futuro geológico, los Dolomitas seguirán creciendo, incorporando nuevos sectores de rocas impulsados por la colisión entre las placas europea y africana (de manera similar a lo que ocurre con la cordillera del Himalaya); la desaparición de este empuje determinará la prevalencia de los agentes exógenos tendentes a aplanar y suavizar el paisaje montañoso (como sucedió en los Urales).
Los Dolomitas, especialmente en sus partes norte y oeste, son intensamente explotados para uso turístico. En particular, los valles de las provincias de Trento y de Bolzano y la parte alta de la provincia de Belluno basan su economía en la práctica invernal del esquí alpino que se popularizó con los Juegos Olímpicos de Invierno de Cortina en 1956. El Dolomiti Superski une casi todas las estaciones de esquí de la zona bajo un único forfait . Por otro lado, el esquí de fondo (del que hay varios puntos de excelencia repartidos por los distintos valles) y el esquí de montaña son más marginales.que, en constante crecimiento en las últimas décadas, ve el nacimiento continuo de nuevos clubes y competiciones de esquí (principalmente de noche) entre los que sin duda cabe mencionar el «Dolomiti Sotto le Stelle» y la «Sellaronda Skimarathon».
El verano es la época de la práctica del trekking, el senderismo y la escalada, turismo que se practica en toda la zona. Los Dolomitas cuentan con una larga tradición de senderismo y montañismo que en el transcurso del siglo XX proporcionó a muchas montañas una ruta de ascenso marcada y, a menudo, una via ferrata para facilitar el acceso. Las vías ferratas están muy extendidas y son innumerables los típicos refugios alpinos y vivacs fijos que facilitan enormemente el ascenso a estas montañas. Otro punto de excelencia son las «Alte Vie delle Dolomiti»: senderos bien transitados y señalizados que permiten realizar largas travesías por etapas de varios días, caminando siempre a gran altura sin descender nunca al fondo del valle. Las dos Alte Vie más famosas son la Alta Vía número 1 desde el lago de Braies a Belluno y la ‘Alta Vía número 2 de Bressanone a Feltre. La escalada, dada su extrema variabilidad y rápida evolución, merece un capítulo propio: vías alpinas (clásicas y modernas) en montaña, Big Wall, acantilados equipados, vastas áreas de boulder y escalada en hielo son solo algunos ejemplos de las diversas actividades relacionadas con este deporte.
Vamos a visitar las DOLOMITAS.
Simplemente increíble.