Tenemos una psicología diferente y no entendemos lo que el otro necesita. Y, por más amor que se tenga una pareja, a veces cometemos errores simplemente porque las expectativas y necesidades de las mujeres son diferentes a las de los hombres.
Si no sabemos lo que resulta importante para el sexo opuesto, no nos damos cuenta de hasta qué punto podemos llegar a lastimar a nuestra pareja. Las mujeres, por ejemplo, no nos damos cuenta de lo mucho que herimos el ego masculino. Por ejemplo, cuando tratamos de «mejorar» el comportamiento de nuestra pareja, ofreciéndole consejos no solicitados. Por más buenas intenciones que tengamos, el hombre lo tomará como que no confiamos en él. Otro error común es cuando no reconocemos lo que él hace por nosotras pero sí nos quejamos cuando no ha hecho algo. Así, lo único que conseguimos es que él no se sienta apreciado. Peor aún, es cuando lo corregimos como si fuera un niño y él siente que ya no lo admiramos.
Una mujer puede mostrarse sensible frente a los sentimientos de un hombre, pero debido a que ella tiene necesidades de amor diferentes a las suyas, no logra anticiparse a sus necesidades. Igual pasa revés. Cuando los hombres no comprenden las necesidades y expectativas de la mujer, pueden parecer insensibles.
Todos estos malos entendidos van dañando la relación poco a poco, pero, si cada uno entiende las necesidades del otro, pueden comprenderse, tener mayor conciencia y sensibilidad respecto de las fuentes de descontento del sexo opuesto y aceptar las diferencias. La feliz consecuencia es que hombres y mujeres viviremos en armonía.
3 de las ideas principales de Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus: La guía definitiva para entender a tu pareja son:
Las mujeres quieren que los hombres escuchen mientras que los hombres buscan solucionar problemas
Los hombres se sienten más motivados cuando se sienten útiles, mientras que las mujeres se sienten inspiradas cuando se sienten queridas
Las mujeres y los hombres se comunican de forma diferente y asignan significados diferentes incluso a las mismas palabras
A ENTENDERNOS ENTRE MARCIANOS Y VENUCIANAS, motivante.
