Lo que solía ser necesidad, obligación y tradición ahora se ha convertido en un espectáculo destinado a los miles de turistas que visitan Tailandia anualmente. Los mercados flotantes se han convertido en un auténtica obligación visitarlas.
Detrás del misterio de los mercadillos flotantes se encuentra una larga tradición y muchos lo asocian con la capital del país, Bangkok.
Antes de que la ciudad tuviese toda esta red de carreteras modernas tal y como las conocemos hoy en día, el transporte debía ser llevado a cabo por agua. Las barcas servían de medio de transporte y se conducían por los llamados Khlongs, lo equivalente tailandés por canal.
Con el rápido crecimiento de Bangkok y el desarrollo del país durante el siglo XX, los canales de la capital de Tailandia empezaron a cubrirse y a desaparecer. A medida que se construían caminos y carreteras y se implantaban métodos de transporte modernos, los canales y las barcas fueron también despareciendo.
A mediados del siglo XX, la construcción de autopistas y carreteras para fomentar el transporte motorizado hizo entrar en declive a los mercados flotantes en Tailandia, y las comunidades cerca de canales (tradicionalmente ricas) desaparecieron.
Los bienes se vendían desde el mismo barco, fruta, verdura, carne, e incluso pescado se transportaban con estas pequeñas barcas. Desde entonces los mercados flotantes ya no son vistos como algo completamente extraño, más bien lo contrario, son algo normal. Algunos de estos canales han sobrevivido en Thonburi y, adaptándose a los nuevos tiempos, ahora puedes hacer un Khlong-tour y recorrer los canales de la ciudad.
Aunque la relevancia sea diferente hoy en día aún puedes visitar mercados flotantes en Tailandia, no tanto en Bangkok, sino más bien en la localidad de Damnoen Saduak situada a 80 kilómetros de la capital. Solamente tienes que tener en cuenta que la tradición no es la prioridad aquí, sino más bien el turismo. Solamente te verás rodeado de locales durante las 6-8 de la mañana adquiriendo pomelos y frutos rojos.
Pero aún y ser muy temprano, centenares de turistas se aglomeran para ver los mercados y recorrer los canales en barcos. ¡El tráfico acuático es algo que no se ve cada día! Pero los vendedores siempre intentan aumentar al máximo las ventas. Comida para llevar, rollitos de primavera e incluso tortitas americanas están disponibles. Puedes incluso comprar souvenirs en cualquier parada.
Si quieres conocer el espectáculo desde algún punto más alejado, puedes hacerlo desde los cafés de las cercanías. ¿Por qué no levantarte bien temprano y ver el mercado flotante mientras amanece? Podrás apreciar la tranquilidad y vivenciar más tarde el bullicio y el caos diario.
Solo hay un mercado flotante hoy en día que cuente con decenas de barcas: el mercado flotante de Damnoen Saduak, el más turístico y el único abierto a diario. Y, la mayoría de sus barcas, ya no venden verduras, sino comida o productos para turistas.
Vamos a subirnos a las lanchas para andar en el mercado.