El Pozo de Jacob es un manantial artesiano ubicado en el lecho del río Cypress Creek a su paso por Wimberley, en Texas, Estados Unidos. Se trata de uno de los lugares subterráneos más atractivos gracias a sus aguas cristalinas y su complejo y arriesgado sistema de cuevas y acuíferos subacuáticos con los que conecta.
El Pozo de Jacob, bajo su belleza y su singularidad, y sus resonancias bíblicas, también esconde una gran peligrosidad para quien intente explorarlo. De hecho, al menos ocho buceadores -siete hombres y una mujer-, perdieron la vida al intentarlo, granjeando la fama al pozo de ser uno de los lugares más peligrosos del planeta.
Su apertura presenta una boca de cuatro metros de diámetro y diez metros de profundidad. Según nos adentramos en sus entrañas verticales, el pozo se divide en cuatro cuevas separadas, que llegan a alcanzar una profundidad de unos cuarenta metros en su conjunto.
La primera cueva subacuática del Pozo de Jacob está bien iluminada por la luz solar y pueden encontrarse en su agua peces y algas. Se encuentra a unos 9 metros y alcanza, a su vez, los 16 metros de profundidad.
La segunda cueva, presenta ya las primeras dificultades, con una entrada estrecha en la que una persona puede quedarse atrapada (algo que ha sucedido). Se encuentra a 24 metros de profundidad y la luz apenas tiene impacto.
La tercera, como la segunda cueva, está formada por grava suelta, por lo que no se puede tocar sus paredes dado que puede producirse desprendimientos.
La cuarta cueva se conoce como la cueva virgen y es la que presenta un estadio de dificultad de acceso mayor. Esto se debe a que es muy profunda y presenta un cuello muy estrecho para poder ser atravesada: un buzo con una bombona de oxígeno no podría pasar por ella. Gran parte de su estructura está compuesta por sedimentos de piedra caliza que al agitarse también pueden producir un derrumbe.
Debido al desarrollo en el área, el nivel del Acuífero Trinity ha bajado afectando el flujo de agua a través del Pozo de Jacob. En la era moderna, lo que queda visible del manantial es una leve ondulación en la superficie de Cypress Creek. El manantial dejó de fluir por primera vez en 2000, y volvió a dejar de fluir en 2008. Esto provocó que se llevaran a cabo medidas ahora en curso para abordar la conservación y la calidad del agua local.
El condado de Hays compró 20 hectáreas de tierra alrededor de Jacob’s Well en 2010, en un intento de proteger el manantial del desarrollo. Se transfirieron varias hectáreas adicionales al condado desde el área natural vecina de Jacob’s Well (administrada en ese momento por la Wimberley Valley Watershed Association).
El sistema se ha explorado y mapeado por buzos de cuevas del Proyecto de Exploración de Pozos de Jacob. Tras esto se ha demostrado que consta de dos conductos principales. Un pasadizo mide aproximadamente 1.400 metros desde la superficie con una profundidad máxima de 42 metros. Uno secundario se extiende aproximadamente 300 metros de longitud desde el punto donde se bifurca del conducto principal.
Vamos al agua¡¡¡ un chapuzón¡¡¡
