Leonardo era un pequeño león que debía aprender a ser el Rey de la sabana y las praderas africanas. Todos los días escuchaba atentamente a su enorme padre explicarle que debía ser feroz, ya que pronto se convertiría en el mayor depredador de los animales. Su poder residiría en su fuerza. Debía ser temido y respetado por igual.
Leonardo repetía día tras día la lección pero no entendía nada. Temía la furia de su padre por lo que siempre optaba por callarse y asentir. No entendía porqué debía cazar cebras, cuando éstas siempre le hacían reír con sus rayas negras y blancas. Ni tampoco porqué debía perseguir a las gacelas con lo graciosas que eran dando sus pequeños saltitos. Estaba hecho un lío. Los elefantes estaban entre sus favoritos. Siempre que los veía pensaba en largas duchas bajo sus trompas. Sin embargo, lo que escuchaba del rugir de su padre es que debía tener cuidado con ellos, pues eran muy pesados y un mal golpe de éstos podría hacerle daño.
Leonardo quería que todos esos animales fueran sus amigos. Los días pasaban y cada vez lo tenía más claro: NO quería ser el Rey. Su padre le regañaba mucho porque apenas sabía rugir y además, cuando echaban carreras para trabajar la velocidad, Leonardo siempre se entretenía jugueteando con las mariposas o pensando que verían las jirafas desde la altura que les proporcionaba sus largos cuellos.
El día que Leonardo descubrió el valor, eso de lo que tantas veces había oído escuchar hablar a su padre, lo utilizó para enfrentarse precisamente a éste, a su padre. Leonardo le explicó que no deseaba ser el Rey, que prefería vivir subido a los árboles como los monos, o zambullirse en el agua estancada como los hipopótamos. Lo que menos le gustaba del mundo era ser feroz.
Tras un largo silencio, el padre de Leonardo aceptó la decisión de su hijo, porque lo único que éste quería es que el pequeño fuera feliz y descubrió que los padres también se equivocan, ya que a veces pensando en lo que creemos que será lo mejor para nuestros hijos nos olvidamos de preguntarles a ellos qué es lo que quieren.