El archipiélago Svalbard es un archipiélago situado en el océano Glacial Ártico, al norte del continente europeo, que forma parte del Reino de Noruega. Consiste en un grupo de islas comprendido entre los paralelos 74º y 81º norte y los meridianos 10º a 35º este; forman la parte más septentrional de Noruega. Solamente tres de las islas están habitadas: Spitsbergen, isla del Oso (Bjørnøya) y Hopen. El poblado más grande es Longyearbyen.
El Tratado de Svalbard de 1920 reconoce la soberanía noruega sobre Svalbard y el Acta de Svalbard de 1925 hace a Svalbard parte de este país. El documento de 1920, del que son parte entre otros, más de veinte Estados miembros de la Unión Europea (UE), otorga a todas las partes un acceso equitativo y no discriminatorio a los recursos de las aguas que rodean Svalbard, por lo que respecta a la pesca de todas las especies que se explotan comercialmente. El área está fuera del Espacio Schengen, la llamada «zona de libre movimiento» de la UE.5
En las islas Svalbard encuentran su hábitat especies emblemáticas del Ártico como la beluga, el oso polar y la morsa. El Banco Mundial de Semillas de Svalbard es un almacén subterráneo de semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo, situado en la isla de Spitsbergen, cerca de Longyearbyen.
No existen carreteras que unan las diferentes colonias de la isla. Los medios de transporte son barco, avión, helicóptero y motonieve. En la ciudad de Longyearbyen está prohibido enterrar a los difuntos debido al permafrost, ya que este provoca que se preserven los virus. En consecuencia, cuando una persona fallece aquí, la opción es cremarlo y guardarlo en una urna del cementerio local.
En 2019, la cadena de televisión franco-alemana Arte afirmó que el archipiélago de Svalbard era uno de los lugares del mundo “donde las consecuencias del calentamiento global son más visibles y más dramáticas”.
Oficialmente, la isla principal del archipiélago fue descubierta por Willem Barents en 1596, quien la bautizó con el nombre de Spitsbergen, del neerlandés “montañas afiladas”, en referencia a las montañas que vistas desde el mar parecían flotar. Desde 1920 se utilizará el nombre de Svalbard, “costa fría” en noruego antiguo, para todo el archipiélago.
La isla más extensa se llama Spitzbergen (en alemán, montañas en pico, picudas), nombre muy popularizado pero utilizado inadecuadamente para referirse a todo el archipiélago.
El 27 de febrero de 2008 se inauguró oficialmente el «Banco Internacional de Semillas de Svalbard” financiado por Noruega; también llamada «El Arca de Noé vegetal» o «el banco semillero del día del juicio final». Consiste en una bóveda para preservar millones de semillas de los principales cultivos, ante ataques, cambio climático, etc.; el envío se realizó desde más de 100 países y el resguardo es totalmente gratuito.
Según los términos del Tratado de Svalbard de 9 de febrero de 1920, la diplomacia internacional reconocía la soberanía noruega. Noruega tomó la administración de Svalbard en 1925. Sin embargo, según el Tratado, ciudadanos de otros países tenían derecho a explotar los depósitos minerales y otros recursos naturales «en pie de absoluta igualdad». Como resultado, un asentamiento ruso permanente y más o menos autónomo fue creciendo en Barentsburg. Otro asentamiento ruso en Pyramiden se abandonó en 1998. En algún tiempo, la población rusa (o soviética) de Svalbard superaba considerablemente la población noruega, aunque esto ya no es así. En el pasado han explotado los recursos de la isla compañías de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Suecia y los Países Bajos.
Las tres principales industrias de Svalbard son el carbón, el turismo y la investigación. En 2007, un total de 484 personas estaban ocupadas en el sector minero, 211 en el sector turismo y 111 en el sector educación. Ese mismo año el sector minero produjo unos ingresos de 2008 millones de NOK (coronas noruegas), el turismo 317 millones de NOK y la investigación 142 millones de NOK. En 2006, los ingresos medios de personas económicamente activas fueron de 494 700 NOK, un 23 % más que los habitantes de la zona continental. Casi todas las viviendas son propiedad de los empleadores e instituciones y se alquilan a sus empleados, siendo escasas las casas en propiedad y en su mayoría de recreo. Por esto, resulta prácticamente imposible vivir en Svalbard sin trabajar para una empresa establecida.
VAMOS AL FRÍO¡¡¡
PREPAREN ROPA PARA EL MEGA FRÍO Y SAQUEN EL RIFLE¡¡¡