El monte Roraima, también conocido como tepuy Roraima, cerro Roraima o simplemente Roraima, con 2810 m s. n. m., es el punto más alto de la cadena de mesetas tepuyes (montañas tabulares) de la sierra de Pacaraima, en América del Sur. Descrito por primera vez por el explorador inglés Walter Raleigh en 1596, sus 31 km² de área en la cima están divididos entre Venezuela (85 %), Guyana (10%) y Brasil (5 %)1 con acantilados de 400 metros de altura por todos sus lados.
El monte Roraima se encuentra en el Escudo guayanés, en el sureste del parque nacional Canaima (de 30 000 km²) en Venezuela, siendo la meseta más alta de la cordillera y se considera junto a los otros tepuyes, una de las formaciones geológicas más antiguas de la Tierra, que se remonta a unos dos mil millones de años, en el Precámbrico.
En el Tepuy se encuentra el punto más alto del estado brasileño de Roraima. El punto más alto de la montaña es llamado «El Maverick», de 2810 m, ubicándose en el extremo sur de la meseta dentro de Venezuela
El Roraima es una meseta de arenisca que sobresale más de mil metros sobre las sabanas boscosas circundantes. Está ubicada en el extremo sudeste del parque nacional Canaima y se extiende por unos 30 000 km². Es uno de los lugares de más antigua geología del planeta, remontándose hasta el Precámbrico, unos dos mil millones de años atrás.
Es además el punto más alto en un radio de 549.44 kilómetros. El vecino siguiente en tamaño es el cerro Marahuaca, hacia el oeste-sur-oeste. La altura promedio de la meseta es de unos 2500 m s. n. m., y sus paredes verticales dificultan enormemente el acceso. Sin embargo, Roraima fue el primero de los grandes tepuyes en ser ascendido: Everard im Thurn trepó por sus laderas en 1884 a través de una rampa boscosa similar a una escalera adosada lateralmente a la pared de la meseta. Los reportes de expediciones de la época victoriana a esta montaña inspiraron a Arthur Conan Doyle para escribir en 1912 su clásica novela de aventuras El mundo perdido, de la cual se han realizado varias versiones cinematográficas.
El origen de la palabra Roraima no está bien definido. Los primeros exploradores en el área encontraron que muchos pemones locales se referían a esta montaña como «la madre de todas las aguas», nombre muy apropiado debido a que desde su cima caen numerosas cascadas de agua, las cuales son la fuente de algunos ríos que fluyen hacia el Orinoco, el Esequibo o el Amazonas.
Su nombre se deriva de dos palabras en la lengua pemón: roro (‘verde-azulado’) e ima (‘gran’). Por lo tanto el significado de Roraima, dependiendo de la traducción que se haga del pemón, puede ser ‘gran verde-azulado’, aunque también puede ser ‘roca rodante’ o ‘fecunda madre de los torrentes’.
El monte Roraima es un destino común para mochileros. Casi todos los que planean el ascenso se aproximan por el lado venezolano. Los excursionistas deben subir con un guía indígena, el cual puede ser contratado desde el pueblo de Paraitepuy («al tepuy») o en San Francisco de Yuruaní o bien desde Santa Elena de Uairén, desde este último lugar es donde se encuentran ubicadas las operadoras turísticas. Partiendo desde una bifurcación desde carretera pavimentada (muy cerca de San Francisco de Yuruaní), comienza un camino de tierra hasta el pueblo (aprox. 50 km), el cual puede hacerse fácilmente mediante transporte todoterreno o con gran dificultad usando vehículos comunes, incluso si el estado del camino estuviera singularmente bueno.
Desde Paraitepuy, la mayoría de los paquetes turísticos programan dos días para alcanzar la base de la meseta (aunque pudiese hacerse en un día), y otro para ascender por La Rampa, la escalera natural en la roca que llega directo a la cima, a la que ya se ha hecho referencia. Normalmente son necesarios otros dos días para el regreso. Mucha gente pasa un día entero en la cima de la montaña, lo que totaliza seis días de excursión (o cinco si se llegó a la base en un día). A pesar de que todo el camino de ascenso está bien marcado y transitado, es muy fácil perderse en la cima debido a que los pocos senderos existentes allí se tornan difusos, y la constante cobertura nubosa dificulta la toma de referencias visuales.
La única ruta abierta no técnica a la cima es la descrita; cualquier otra requerirá equipo de escalada especial y conocimiento práctico avanzado. La montaña fue coronada tanto desde Venezuela y Brasil, siendo ambas sendas de escalada sobre roca de gran dificultad.
Alternativamente es posible contratar un viaje en helicóptero partiendo desde Santa Elena de Uairén, para sobrevolar o hacer pie en la mesa.
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