Brujas es una ciudad belga. Es la capital de la provincia de Flandes Occidental. Situada en el extremo noroeste de Bélgica a 90 km de la capital, Bruselas, cuenta en su núcleo urbano con una población de 117 000 habitantes. La ciudad también tiene un importante puerto marítimo en Zeebrugge.
Su nombre proviene del germánico occidental «Bryggia» («puentes», «muelles», «atracaderos»). Es interesante destacar que, en el neerlandés, «brug» significa «puente», y que esta ciudad ostenta como nombre el plural de esta palabra, debido a la gran cantidad de puentes que en ella existen.
El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2000. Aunque en gran parte ha sido reconstruido, dicho centro urbano es uno de los más grandes atractivos europeos, ya que mantiene intactas las estructuras. Al igual que Ámsterdam, Gotemburgo y Hamburgo, entre otras, Brujas es conocida como «la Venecia del norte», debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad y a la belleza de los mismos
Brujas fue declarada en 2002 como Capital Europea de la Cultura, junto con Salamanca. En Brujas se rodó la película de acción In Bruges. Como ya se mencionó, el casco histórico de Brujas bien conservado fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. En dicho centro histórico, cuya historia se remonta a la Edad Media, el estilo neogótico reinaba en el siglo XIX y gran parte de la ciudad fue reconstruida en el dicho estilo.
La historia de Brujas se remonta al siglo IX, cuando fue fundada por los vikingos. De hecho, el nombre de Brujas (Brugge) se cree que deriva de la antigua palabra escandinava «Brygga» que significa» puerto «o» lugar de amarre. El río Zwin vinculaba el asentamiento al mar del Norte y muy pronto se convirtió en un importante puerto de comercio internacional.
Los canales serpentean a través de la ciudad como un collar de perlas, originando su merecido apodo de «la Venecia del Norte». Con calles de adoquines, arcos de ladrillo, iglesias de piedra y puentes pintorescos, en ella es casi imposible tomar una mala fotografía. Si a esto le sumamos cisnes sobre el agua, carruajes tirados por caballos en las calles y narcisos en el parque el resultado es casi mágico.
Aunque es una pequeña ciudad, para descubrir realmente las sorpresas de cada esquina, -desde boutiques de encaje y chocolaterías hasta tesoros arquitectónicos e históricos-, concédete el tiempo necesario para perderte felizmente en Brujas.
La Grote Markt o Plaza del Mercado es el corazón de la ciudad con sus casas de estilo medieval y la torre Belfort, un campanario de 80 metros que se ha convertido en símbolo de Brujas y que ofrece hermosas vistas desde lo alto. Lo mejor para descubrir toda la magia de esta ciudad es navegar por los canales y dejarse embelesar por la belleza de los edificios medievales, puentes de piedra y plazas que se contemplan durante el recorrido.
Otra visita que no puede faltar es al Muelle del Rosario, uno de los rincones más bonitos de Brujas. Pero es que todavía hay más lugares imprescindibles para ver. La Plaza Burg es otro sitio donde maravillarse con los edificios históricos que la rodean como el Ayuntamiento, el Palacio de Justicia o la Basílica de la Santa Sangre. Y si por algún motivo estamos cansados de tantas cosas preciosas, lo mejor será tomarse un descanso bebiendo una buena cerveza belga en cualquier terraza o descubriendo algunas de las mejores chocolaterías del país que harán las delicias de más de uno.
Y ya los sabes no encontrarás «brujas» si no puentes, vamos a PUENTES¡¡¡