Cuando le sonreímos a otro, le estamos diciendo muchas cosas, entre ellas que nos gusta que comparta el espacio con nosotros. La otra persona, por su parte, lo decodifica y también sonríe.
Sonreímos cuando nos sentimos bien, cuando sucede algo gracioso, cuando estamos contentos o emocionados por alguna noticia, y así hay infinidad de situaciones que nos hacen sonreír.
Regalar sonrisas es algo efectivo que podemos hacer para desconectar de la rutina. Nos saca la negatividad de los problemas y nos cambia el punto de vista para enfrentarnos al día a día. Es como si cambiaras los polos de negativo a positivo, y no requiere de ningún esfuerzo.
Las personas risueñas viven más, gozan de mejor salud, tienen mejores relaciones, son más atractivas, desarrollan su inteligencia y disfrutan de mayor equilibrio emocional, según numerosos estudios. Por su buen talante sonríen a menudo -incluso si no están en su mejor momento- su sonrisa transmite afecto, confianza y aceptación.
Éstas son algunas píldoras para la sonrisa:
El espejo es tu amigo: Por la mañana cuando te levantes sonríete en el espejo y antes de acostarte date las buenas noches con un guiño y una sonrisa.
Sonríe varias veces al día: Cuando entres en un lugar público.
Pon emoticonos sonrientes: Junto a comentarios amables.
Habla con tu sonrisa: ¡Es una cuestión de salud!
Realiza un acto bondadoso: Harás sonreír a los demás.
Da una sorpresa agradable: Llama a alguien que hace tiempo que no ves, ve a un spa o improvisa una cena divertida.
¡Qué pases un buen día! Resérvate un día libre al mes y aprovecha para mimarte.
¿Quieres salir bien en las fotos? Sonríe, saldrás siempre muy atractivo.
SOBRE TODO SONRÍETE A TI MISMO.