Poco después de la muerte del fundador de los scouts, se encontró una carta que escribió pocos días antes de su muerte, como despedida a todos los scouts del mundo.
“Queridos Scouts:
Si alguna vez viste la obra de “Peter Pan”, recordarás como el jefe de los piratas estaba siempre haciendo su último discurso de despedida, por temor de que posiblemente cuando llegara la hora en que habría de morir no tuviera ya tiempo para darlo a conocer. Así me sucede a mi, y aun cuando no me estoy muriendo en este momento, esto tendrá que suceder uno de estos días, y deseo deciros unas palabras de despedida.
Recuerda: esto es lo último que oirás de mi; por tanto, medítalo.
He tenido una vida muy dichosa y deseo que todos ustedes tengan también vidas muy dichosas.
Tengo para mí que Dios nos ha puesto en este mundo encantador para que seamos felices y gocemos de la vida. Pero la felicidad no proviene de la riqueza, ni de tener éxito en la carrera simplemente, ni dándose uno gusto a sí mismo. Un paso hacia la felicidad es hacerse uno sano y fuerte, cuando niño, para poder ser útil, y así, poder gozar de la vida cuando se es hombre.
El estudio de la naturaleza les enseñará como ha llenado Dios de cosas bellas y maravillosas este mundo, para que lo puedas gozar.
Estar satisfechos con lo que les haya tocado y saca de ello el mejor partido que puedas. Ver siempre el lado bueno de las cosas y no el malo.
Pero la verdadera forma de obtener la felicidad es haciendo felices a los demás.
Trata de dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontraste; de esta manera, cuando te llegue la hora de morir, podrán hacerlo felices, porque, por lo menos, no perdiste el tiempo e hiciste cuanto te fue posible por hacer el bien.
Estar “Siempre Listos” en esta forma, para gozar una vida dichosa y morir dichosos; realiza la Promesa Scout siempre, aun cuando hayas dejado de ser muchachos.
Que Dios les ayude a hacerlo así.
Su amigo
Baden Powell