El nevado de Toluca.

por chamlaty

El Nevado de Toluca, aunque aún referido como «Xinantécatl» (Hombre desnudo), es un volcán ubicado en el Estado de México, entre los valles de Toluca y Tenango (Valle del Matlatzinco). Se localiza a 22 km al suroeste de Toluca, Estado de México.

El arqueólogo Arturo Montero García, quien ha realizado un proyecto de arqueología subacuática del lugar encontrando diversos asentamientos prehispánicos, explica que dentro del Códice Xólotl, una pictografía de la época (1542-1546 d.C.), se expresa al Nevado de Toluca como un cerro con nueve puntos denominado Chicnauhtécatl.

El volcán presenta actividad sísmica y se encuentra dentro de la lista de volcanes activos de México.

Alcanza una elevación de 4680 msnm,​ por lo que es la cuarta formación más alta de México y forma parte de la Cordillera Neovolcánica Transversal y del Cinturón de Fuego del Pacífico. Por el este se une a la Sierra de Tenango, por el noroeste a los montes de la Gavia, por el oeste a la Sierra de Temascaltepec y por el suroeste a la Sierra del Hospital. Pertenece al Parque Nacional de los Venados y al Parque Nacional Nevado de Toluca, que comprende todo el Valle de Toluca y el de Tenango, así como los municipios de Zinacantepec, Calimaya, Tenancingo, Toluca, Tenango del Valle, Villa Guerrero, Coatepec Harinas y Temascaltepec. El volcán esta activo sísmicamente. Su suelo está compuesto de calcio, fósforo, hierro, silicio, zinc, potasio, carbono, sulfato y polvorín de las montañas o estroncio.

La temperatura media anual es de -4 °C a 12 °C. En las faldas del volcán el clima es templado y muy lluvioso en verano, fresco y muy frío en invierno; en la cumbre, fresco y frío en verano, polar de alta montaña en invierno o cuando está nevado. Su vertiente meridional desciende hacia la depresión del Balsas, mientras que la ladera septentrional enlaza con el valle de Toluca, la ladera sur con el valle de Tenango, la ladera norte con el municipio de Zinacantepec y la ladera occidental con el valle de Temascaltepec.

A los 4100 m. de altura se desarrollan bosques de encinas y coníferas, grimos, helechos y arbustos; a mayor altura sólo crecen las gramíneas, pastos, musgos y algas.

La fauna se compone, de zarigüeyas, venados cola blanca, conejos teporingos, conejos de las nieves, coyotes, mapaches, ardillas, chinchillas, halcones, águilas reales, lagartos serranos y cucos, así como ganado bovino, porcino, equino y ovino. También pueden encontrarse truchas arco iris, suchos o truchas blancas, mayús, huachis y lamos.

El cráter tiene forma elíptica y el fondo está ocupado por dos lagunas de agua potable separadas por una corriente o bóveda de lava: la laguna del Sol y la de la Luna. Ambos cuerpos de agua se conectan mediante filtración, ya que ocupan el espacio de las chimeneas del volcán. Presenta varios picos y laderas, entre los que destacan el Pico del Fraile (cima), el Pico del Águila (cima secundaria, apenas 20 metros más baja que el del Fraile), la Oruga o Brazo, el Águila y el Escorpión (laderas), el Paso del Quetzal, el Pico Humboldt, el Cerro Mamelón (también llamado el Ombligo) y el Cerro Prieto o Negro adosado al exterior del cráter, así como una cruz, colocada por los españoles, donde se sospecha que los matlatzincas realizaban sacrificios.

Actualmente no se puede acceder al cráter en auto, solo hasta «la pluma»; esto debido al mal comportamiento de visitantes irrespetuosos que dejaban basura. A la pluma se llega por un camino de terracería desde la parte baja del volcán; por desgracia, el tremendo flujo de visitantes inconscientes, descuidados y mal equipados degrada mucho el delicado ecosistema de la montaña, además de provocar accidentes menores como torceduras de tobillos, y graves como roturas de rodillas.

El trayecto bastante sinuoso se cubre en aproximadamente 40 minutos, pasando primero por una caseta donde se paga el boleto de acceso, casi al pie del volcán perteneciente al Parque Nacional de Los Venados, y después por la del Parque Nacional Nevado de Toluca, ubicada a unos 6 km del cráter y que da acceso al mismo. Se recomienda extrema precaución en este último tramo tanto en el ascenso como en el descenso, ya que la altura, la gran cantidad de curvas y la estrechez del camino en algunos sectores lo pueden volver peligroso. Estos 6 km se pueden recorrer en bicicleta de montaña o cargar la bicicleta para hacer un recorrido de cerca de un kilómetro por veredas pedregosas, pero dado que es ascenso muchos ciclistas lo prefieren aunque al regreso bajan por el camino de 6 km.

Mucho más recompensante que el trayecto en auto es la aproximación a pie desde la caseta de Los Venados; consume alrededor de una hora por senderos entre el bosque, hasta llegar a los farallones suroeste del volcán, cerca de una estación repetidora de microondas, desde donde se puede girar: a la izquierda para acceder al cráter por la ruta normal para turistas, bajar a las lagunas y subir por los arenales a la cima; a la derecha para atacar el Pico del Fraile de lado y por una vertiente arenosa entre las dos cimas (siete-ocho horas ida y vuelta desde la estación de microondas); o enfrentarse directamente a la imponente mole de arena y piedra suelta del Pico del Águila (cinco horas). Estas dos últimas rutas requieren de una excelente condición física y de piolet y crampones si está nevado; los bastones telescópicos también resultan muy útiles. Como curiosidad, se desconoce la razón por la que en el Pico del Águila la caída de rayos es más frecuente que en el resto de la montaña, pero debido a esto y gracias a la composición vítrea de las rocas de esta cima, se encuentran allí muchas fulgoritas de color verdoso. El Pico del Águila tuvo por años en su parte más alta una cruz metálica de tres metros de altura, derribada por circunstancias desconocidas en marzo de 2010 y que ahora reposa unos diez metros más abajo en el exterior del cráter, que quizá fungía inadvertidamente como pararrayos. Existen infinidad de recorridos alternos dependiendo del grupo, el tiempo disponible, la experiencia y el equipo que se lleve consigo, como la exigente travesía de todo el borde del cráter (ocho-nueve horas a buen paso y de dos a cuatro horas corriendo, sin tomar en cuenta la aproximación). Para el descenso uno puede deshacer la ruta o deslizarse por pendientes adyacentes; en última instancia, siempre puede emprenderse la retirada descendiendo al fondo del cráter y escapando por el camino de terracería. Desde las cimas y laderas pueden apreciarse los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, y a lo lejos, si hay buen tiempo y cielo despejado, la Malinche y el Citlaltépetl por el oriente. Al oeste se aprecian el valle del Matlazinco y el Volcán de Colima. Es notoria la gran cantidad de contaminación que puede verse suspendida sobre el valle de Toluca, así como la formación de nubes y su cobertura.

El nevado de Toluca, un ambiente natural que identifica a la capital mexiquense, es uno de los espacios donde propios y ajenos disfrutan de un aire fresco, de una experiencia única e inolvidable. Además de ser una geoforma de belleza inigualable, es el marco perfecto para realizar actividades familiares, principalmente en la época navideña cuando el volcán está cubierto de nieve, tales como la construcción de muñecos de nieve, los cuales posteriormente se colocan en los toldos y cofres de los vehículos, para así mostrar el ánimo de felicidad y festejo en ésta época del año. Cabe mencionar que esta actividad se hace más común con el tiempo, y ahora personas de municipios y estados aledaños han participado en ella.

Como podemos ver, el Nevado es el símbolo de la ciudad de Toluca, la más alta de Norteamérica y cuyo clima hace honor a este dato.

 

Vamos al NEVADO DE TOLUCA.

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A VISITAR EL NEVADO¡¡¡¡

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