El Principado de Liechtenstein es el cuarto país más pequeño de Europa, por detrás de Vaticano, Mónaco y San Marino. Su soberanía es reconocida desde 1806 y está situado en Europa Central, en los Alpes, haciendo frontera al este con Austria y al oeste y sur con Suiza. Este territorio montañoso, situado entre los 430 metros y los 2599 metros sobre el nivel del mar, posee una extensión de 160 km2 y una población de unos 36.000 habitantes. Primer estado en renunciar a sus fuerzas armadas, contando con un ejército de 80 hombres hasta 1868; hoy en día este territorio es protegido por Suiza.
Esta región perteneció a la provincia de Retia del Imperio Romano desde el siglo IV y hasta el siglo XIV, cuando los ducados de Vaduz y Schellenberg se integran en el Sacro Imperio romano. Es el último estado superviviente de los más de 350 que formaron el Sacro Imperio. No es hasta el año 1699 cuando empieza su historia de independencia, cuando el príncipe Johann Adán Andreas de Liechtenstein compró el dominio de Schellenberg, pasando a ser en 1705 un principado vinculado a Austria.
En 1712 la casa de Liechtenstein compra el condado de Vaduz, continuando su expansión mediante la compra de otros territorios cercanos que fueron mantenidos al inicio bajo un régimen feudal.
En 1719, el emperador Carlos VI de Alemania unificó todos estos territorios como un mismo «Principado del Imperio» para su servidor Anton Florian de Liechtenstein.
Liechtenstein adquiere su soberanía en 1806, año en que Napoleón incluye el principado en la Confederación Renana, una liga de 16 estados pertenecientes al Imperio Alemán a los que garantizó la independencia estatal mientras éstos lo reconocían como protector.
Crea su primera Constitución de 1862 y en 1868, después de que la Confederación Alemana se disolviera, Liechtenstein disolvió a su ejército de 80 hombres y declaró su neutralidad permanente, que fue respetada durante ambas guerras mundiales.
Hasta el final de la Primera Guerra Mundial, fue atado de cerca a Austria, pero tras la devastación económica causada por ese conflicto, en 1919, se firma un tratado entre Liechtenstein y Suiza, bajo el cual Suiza asume la representación de los intereses de Liechtenstein en el nivel diplomático y consular en los países en donde mantiene una representación y no lo hace Liechtenstein; en 1921 se elabora la nueva Constitución y en 1924 se lleva a cabo la unión monetaria con Suiza. En 1938, ascendió al trono el príncipe Francisco José II, siendo éste el primer monarca en vivir permanentemente en el principado.
Liechtenstein empezó a integrarse con el resto del mundo años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. En 1950 pasó a ser miembro de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y en 1975 se integra al Consejo de Europa. En 1984 se permite por primera vez el voto de la mujer solamente en las elecciones nacionales. Miembro de la ONU desde 1990.
Está dividido en 11 municipios, 7 de los cuales tienen uno o más exclaves distribuidos en su territorio.
A pesar de su pequeño tamaño y sus recursos naturales limitados, Liechtenstein ha desarrollado una economía próspera, altamente industrializada de libre mercado con un sector de servicios financieros importantísimo y una forma de vida a la par de las áreas urbanas de sus vecinos europeos más grandes. Oficialmente, la economía se sustenta en un 42% en la industria, un 39% en el sector servicios, 17,5% en el sector financiero y el 1,5% en el sector primario. Los bajos impuestos de los negocios, con un máximo de un 18% y unas leyes de incorporación al comercio muy permisivas han llevado a aproximadamente 75.000 compañías (más de 2 por habitante) a establecer oficinas nominales en Liechtenstein, lo que supone el 30% de los ingresos estatales.
En el año 2000 se publica una lista negra en la que se incluye a Liechtenstein como el más importante centro de lavado de dinero en Europa. Ese mismo año, el país se adhiere al Espacio Económico Europeo (EEE), lo que obligó a redefinir ciertos términos de la unión aduanera con Suiza, que no pertenece a tal asociación, así como a redactar una nueva legislación fiscal que le permitió salir de esta lista en 2001. Desde entonces, el gobierno está trabajando para conseguir ajustar su política económica a las directrices ya integradas en Europa. No obstante, las organizaciones internacionales presionaron para que se modificara aun más una legislación que seguía permitiendo el blanqueo de dinero y la evasión fiscal. Los banqueros –entre ellos el propio príncipe, titular del LGT Bank, el mayor de Liechtenstein– argumentaron que una reforma mayor pondría en peligro la economía del país, cuyos ingresos por actividades bancarias suponían en torno al 30% del PIB.
Liechtenstein no tiene costa, es al igual que Uzbekistán un país que no sólo no tiene salida al mar, sino que tampoco la tiene ninguno de los países con los que tiene frontera.
El terreno es montañoso en casi toda su extensión debido a los Alpes, con el valle del Rin en su tercio occidental. El punto más bajo se encuentra en Ruggeller Riet con una cota de 430 msnm.
Visitemos este pequeño país;