Viktor Frankl, psiquiatra y escritor, fue internado durante la II Guerra Mundial en Auschwitx, Dachau y otros campos de concentración. Esa experiencia y su formación, le permitieron hacer una gran reflexión sobre el sentido de la vida, también sobre la adversidad, que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca “El hombre en busca de sentido”.
Fundó la logoterapia o análisis existencial. El término deriva de “logos”, acuñado por Heráclito de Éfeso en el siglo VI a.c., Viktor Frankl lo utiliza como “sentido”, es decir, la logoterapia es la terapia que se enfoca en descubrir el sentido de la vida para cada persona. Se trata de una terapia que se utiliza para personas que sufren problemas existenciales, ante algún cambio profundo o debido a una crisis personal.
Todos tenemos un por qué o por quién vivir, una razón que nos permite seguir adelante cada día, que nos motiva y que da sentido a cada segundo de nuestra existencia, a cada paso que damos o a cada acción que realizamos. Cómo reaccionamos ante condiciones que no pueden ser cambiadas, depende de nosotros.