Una más reciente. Febrero 2017.
Debo reconocer que muchas veces llegué a pensar que no tendría enfermedades, es más pensé que seguiría sano y «fuerte» por un lapso largo de mi vida, por más que otros con más kilómetros de vida recorridos me invitaban a cuidarme generalmente hice oídos sordos, nadie aprende en cabeza ajena es un hecho.
Si bien en buena parte de mi vida previa a la universidad consideró que hice bastante deporte, con el devenir de las actividades universitarias, la actividad laboral, entre otros menesteres del descubrimiento de la vida productiva, deje el deporte de manera radical, con las repercusiones respectivas del acumulamiento de peso (mi mayor pecado fue la gula y la nula actividad física) por ende en repercusiones de salud que mi cuerpo me avisaba pero que no atendía, por ello ya en una etapa más reflexiva en cuestiones de salud y claro por recomendaciones médicas, he ido transformando mi alimentación y por supuesto hacer ejercicio, dedicarle tiempo a ello, para no suplicar tiempo posterior.
Tener una buena salud siempre es importante, ya que ello contribuye a llevar una vida mejor y a sentirnos más felices.
Algunos hábitos que he adoptado para tratar de mantener la salud aún no perdida y evitar mayores daños a los que ya tengo;
- Reducir el consumo de comida basura: reducir de nuestra dieta alimentos como los alimentos procesados o alimentos ricos en grasas saturadas y calorías contribuye enormemente a mejorar nuestra salud. Este tipo de alimentos aportan grasas poco saludables a nuestro organismo, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sobrepeso. (Prácticamente las he reducido)
- Comer frutas y verduras: se trata de los alimentos más sanos y, por lo tanto, su inclusión en la dieta resulta casi obligatoria. Las frutas y verduras aportan nutrientes, vitaminas y minerales a nuestro organismo, además de que cuentan con muy pocas calorías, algo que convierte a estos alimentos en un factor que aporta salud a nuestro organismo. (Te invito a conocer el PASTO DE TRIGO)
- Beber mucha agua: el agua hidrata, purifica y elimina toxinas, mejorando así el funcionamiento de los órganos, el estado de la piel y el cabello. Dicho esto queda demostrado el importante papel que el agua juega en nuestra salud. Bebe mucho agua al día, tu organismo te lo agradecerá. (Solamente bebo agua y té, he dejado totalmente otro tipo de bebidas)
- Dormir bien: el organismo necesita descansar y reponer energías, por tanto, el sueño se convierte en factor decisivo a la hora de poder emprender nuestras actividades diarias con total energía y concentración. (Al cambiar tus hábitos duermes únicamente lo necesario y despiertas descansado, deje esas épocas en las que dormir hacía que me despertará más cansado)
- Elimina tus vicios: si de salud se trata existen una serie de hábitos que juegan en sentido inverso. Hablamos del tabaco, el alcohol o las drogas, sustancias muy dañinas para el organismo que además aumentan las probabilidades de contraer todo tipo de enfermedades, como el cáncer o problemas cardiovasculares. (Deje de comer en exceso y totalmente descontrolado, comía demasiado, por fortuna otros vicios nunca han sido lo mío, si no creo que ya no estaría con ustedes)
- Hacer deporte: practicar un deporte o hacer ejercicio no solo sirve para adelgazar o mejorar la forma física, sino que también fortalece las defensas del organismo, proporciona vitalidad y nos hace más felices, ya que se ha demostrado que con el deporte se liberan endorfinas, las cuales aportan sensación de bienestar. No es necesario pasarse varias horas al día haciendo ejercicio, con solo 30 minutos diario de cierta actividad física empezarás a notar los beneficios. (Camino y troto casi a diario una hora, y me refiero que es un tiempo específico para ello, a movernos por favor)
Los que me conozcan de varios años atrás saben que llegue a pesar 140 kilos, a la fecha rondo por los 95 kilos, y debo bajar un poco más, SEGUIRÉ CUIDÁNDOME EN BENEFICIO PROPIO desde luego, pero principalmente por MI FAMILIA.
A mis hijos por fortuna ya les tocó otra época de costumbres alimenticias, porque si no, ya tuvieran bien adquiridas esas malas costumbres y seguramente un buen sobrepeso, debemos cuidarles sin duda, y guiarlos lo más posible, ese apapachamiento que muchos de nosotros recibimos de nuestras familias que pareciera que deseaban demostrar su amor dándonos de comer en exceso y vernos «rebosantes» «llenos de vida», recuerden somos HOMBRES DE COSTUMBRES, hacemos lo que vimos que hacían nuestros padres y familiares cercanos, rompamos esas costumbres con nuestros hijos.
Dejemos de darnos compasión a nosotros mismos y decir me merezco este «CHULETÓN» «ESTA COPITA» «ESTE VINITO» y la larga lista no para, debemos ser firmes al cambiar nuestros hábitos.
Y para los jóvenes universitarios por favor mantengan su ritmo de ejercicio que por lo general traemos previo a ingresar a la universidad, en efecto, la carga de actividades aumenta pero por favor PRIORICEN SU SALUD, CUÍDALA, OLVIDEN LA FRASE NO HAY TIEMPO PARA HACER EJERCICIO.
Sugerencia escuchen a su cuerpo, escuchen los dolores que nos gritan y que muchas veces no deseamos escuchar, en ocasiones llegamos ya muy tarde al médico, hay que realizarnos unos chequeos médicos por lo menos una vez al año, eviten medicamentos que solo ocultan los dolores de enfermedades más graves que se están desarrollando en nuestro cuerpo. Seguramente estamos enfermos pero nos resistimos a reconocerlo y muchos menos a que nos digan muchas verdades los médicos por nuestra pésima forma de estilo de vida.
Me gustaría recibir sus comentarios sobre este tema de la salud y algún hábito que ustedes recomienden adelante.
Espero sus comentarios.
Miguel Chamlaty.
PD A MI MISMO. LEER ESTO CONSTANTEMENTE PARA RECORDAR LO SUFRIDO POR DESCUIDO PROPIO Y EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE TRANSMITIRLO A LAS NUEVAS GENERACIONES.