Benarés (en hindi y oficialmente: Vārāṇasī) es una ciudad situada a orillas del río Ganges en el estado de Uttar Pradesh (India). Se trata de una de las siete ciudades sagradas del hinduismo, así como para el jainismo y el budismo.
Su nombre oficial es Varanasí
en sánscrito: वाराणसी (Vārāṇasī)
en hindi: बनारस (Banārasa)
en urdu: بنارس (Banāras).
Antiguamente se conocía con el nombre de Kashí (en sánscrito e hindi: काशी Kāśī), que significa ‘la espléndida’, siendo kāśí: ‘brillante (el Sol)’.
Benarés-Varanasí debe su nombre probablemente a su situación geográfica, entre los ríos Varaṇā y Asī. Otra especulación —poco aceptada— acerca del nombre es que el propio río Varana se habría llamado Varanasí en la antigüedad y la ciudad habría recibido el nombre del río.
El primer texto que nombra a esta ciudad es el Majabhárata (texto epicorreligioso del siglo III a. C.), compuesto aproximadamente un siglo después de la época de Buda. Ya en esa época, Kashi era la capital del reino de Kashi, y que poseía templos dedicados a Suria, el dios del sol.
También en el Ramaiana (texto epicorreligioso del siglo III a. n. e.), se menciona que la ciudad fue fundada por el propio dios Shiva ―o sea que con el paso de los siglos se había dejado de adorar exclusivamente a Suria y se había desarrollado la devoción por Shiva―. Se afirma también que la ciudad de Kashi había sido la capital de Divodasa (un rey que se menciona en el antiquísimo Rig-veda).
En los primeros siglos de la era común, el Skanda-purana presentó muchas nuevas leyendas que destacaban la importancia del dios Shiva en la fundación de la ciudad.
En el siglo VII, el célebre monje budista viajero chino Xuanzang (602-664 a. C.), fue testigo de que la ciudad era un centro religioso, educativo y artístico, y que se extendía 5 km a lo largo de la ribera del Ganges. Kashi o Varanasi era un centro comercial e industrial, famoso por sus telas de seda y muslin, perfumes, trabajos en marfil y esculturas.
En el año 1300, la ciudad sufrió un importante saqueo por parte de tropas provenientes de Afganistán. Posteriormente, en el siglo XVII, Benarés sufrió el ataque del emperador mogol Aurangzeb, que pretendía acabar con el hinduismo. La ciudad sobrevivió ambos ataques, aunque la mayoría de los templos y edificios fueron destruidos.
En la actualidad, los hinduistas la consideran una de las principales ciudades de peregrinación. La categoría de ciudad santa proviene de la creencia de que una de las cuatro cabezas del dios Brahmá consiguió descansar al llegar a esta ciudad.
Además, según la mitología hinduista, la mano izquierda de Satí (la esposa del dios Shiva, que se suicidó prendiéndose fuego) cayó en esta ciudad, teniendo cada una de estas divinidades su propio templo.
Según el hinduismo, todo aquel que muera en Benarés (o a menos de sesenta kilómetros de la ciudad), queda liberado del ciclo de las reencarnaciones. Los baños en el río Ganges se consideran purificadores de los pecados. En su paso por esta ciudad el río Ganges cuenta con un importante grado de contaminación. Según la tradición, todo hinduista debe visitarla al menos una vez en la vida.
Todas estas creencias han convertido la ciudad en el destino de enfermos y ancianos, que quieren pasar sus últimos días en la ciudad santa. A lo largo del Ganges se alinean numerosas residencias destinadas a albergar a los moribundos. La orilla del río es también el centro de los crematorios de la ciudad.
El principal destino de los peregrinos que visitan la ciudad son los ghats, nombre que reciben las escaleras de piedra que descienden hasta el Ganges. Al amanecer, se puede ver a hombres y mujeres realizando sus baños purificadores en el río a la vez que rinden tributo al dios del Sol, Surya. Cada una de estas escalinatas, construidas en el siglo XVIII, tiene un nombre y una función especial. Los ghats de Mani Karnika y Harischandra son los crematorios principales. En el ghat de Pancha Ganga se cree que convergen cinco ríos sagrados. En total, la ciudad cuenta con más de 100 ghats.
TEMPLO DORADO
Dedicada al dios Shivá, fue construido en 1776. Está considerado uno de los más sagrados de la ciudad y su entrada está prohibida a los no hinduistas.
Visualmente, este templo se ha hecho famoso gracias a sus cúpulas recubiertas por unos 800 kilos de oro. Está dedicado a Vishveswara, la figura de Shiva como señor del universo.
la entrada a los extranjeros está vetada dentro del templo. No obstante, no te preocupes podrás ver la cúpula y parte del Kashi Vishwanath desde la segunda planta de una tienda que hay justo enfrente del recinto o entrar acompañados por un hindú al patio del mismo, nunca al templo.
Mezquita de Gyanvapi
Fue construida en el siglo XVIII por el emperador Aurangzeb sobre un antiguo templo hinduista. Se trata de un edificio de color blanco, constantemente custodiado por el ejército para evitar un ataque por parte de los grupos ultrahinduistas. La entrada está reservada a los musulmanes.
Vamos VARANASI en video;
LISTOS PARA PURIFICAR NUESTROS PECADOS.