Una familia había vivido por varias generaciones en una casa barco amarrada en las orillas de un gran río. La casa estaba firmemente anclada a la orilla y no se movía para nada. Todas las actividades diarias las realizaban desde esa casa.
Una noche, sin previo aviso, las amarras se fueron aflojando, la casa empezó a moverse. Primero lentamente en el flujo suave de esa parte del río. Luego más rápidamente según se adentraba en la corriente de aquel gran río.
Al despertar, uno por uno los miembros de esa familia, iban asombrándose con el cambio inesperado de escenario. Los primeros en despertar se paralizaron pensando en cómo iban a ejecutar las tareas de cada día ahora que las cosas no eran como estaban acostumbrados. Insistían en preguntarse qué iban a hacer, pues trataban de continuar con su rutina pero la misma no encajaba con las nuevas circunstancias.
De pronto, uno de los miembros de la familia gritó –“Hay que moverse, la casa está moviéndose río abajo. Tenemos que aprender a navegar. Hay que manejarla para evitar que encalle y para dirigirla de nuevo hacia la orilla.”-
Pero los demás, seguían embelesados con el problema de cómo iban a hacer lo que hacían todos los días ahora que las cosas eran bien distintas. El que hizo el llamado se dedicó a tratar de prender el motor que hacía tiempo no se usaba. Empezó a usar el timón, que estaba endurecido. Prendió la radio de comunicación para pedir ayuda. Sonó la bocina para alertar a los otros botes de que iban a la deriva.
Finalmente logró controlar la casa bote. Entonces, inició las maniobras para acercarla a la orilla. Cuando finalmente atracó en la orilla los que estaban pasmados dijeron –“Ahora sí podemos seguir con nuestras rutinas”- Y saltando a la orilla reanudaron sus tareas.
A pesar de todo el pesimismo que reina, de lo negativas que se vean las cosas, de lo duro que parece el porvenir… USTEDES SIGUEN SIENDO LOS CAPITANES DE SU BARCO.
Nadie les quitó todavía esa tarea tan apasionante.
RETOMEN EL CONTROL y prepárense para gobernar el timón: ¡¡la marea cambiará y ustedes decidirán el rumbo que quieren tomar!! Solamente ustedes.
1 comentario
Muy cierto Maestro, saludos!!!!!