Entusiasmo procede de la palabra griego “entheos”, que significa “llenarse de Dios”. El entusiasmo es un estado de ánimo que nos hace sentir alegres, llenos de energía y que se exterioriza mediante la risa y una gran actividad.
¿Puedes imaginar el impacto de disponer de gente entusiasta alrededor tuyo? No solo serán capaces de realizar su actividad de un modo más eficiente y creativo, sino que podrán contagiar su estado de ánimo a la gente que les rodea. Sientes pasión por lo que haces cuando te gusta esa actividad, disfrutas realizándola y estableces con ella una afinidad. Si tienes la suerte de ser una persona entusiasta o estás rodeada de alguno de ellos sabrás de lo que te estoy hablando.
¿Y por qué es tan importante la pasión y el entusiasmo en tu trabajo? Porque cuando eres feliz haciendo lo que más te gusta, puedes considerar que ya has triunfado.
Una gran realidad en un mensaje tan corto. Dedicamos un mínimo de 8 horas al día realizando nuestra actividad laboral.
¿No crees que es importante que te plantees si te gusta lo que estás haciendo? Si no es así, puede que sientas que estás atrapado en tu día a día y este no es un sentimiento agradable.
Cuando eres feliz haciendo lo que más te gusta, puedes considerar que ya has triunfado.
Al sentirte entusiasmado y apasionado conseguirás varias cosas: Harás más cosas en menos tiempo, te ayudará a tomar mejores decisiones y los días pasarán volando.
De acuerdo, entiendo que la pasión y el entusiasmo es importante para mi vida, pero ¿cómo puedo sentir pasión y entusiasmo? Quizá no puedas hacerlo de manera inmediata, pero te propongo unas ideas que te podrán llevar a sentirte más entusiasmado por lo que haces. Por supuesto las circunstancias en las que no movemos cada uno de nosotros nos condicionan, pero nunca nos limitan.
1.-Dedica más tiempo a hacer lo que más te gusta. ¿Has descubierto ya tu verdadero objetivo? Decide lo que realmente quieres hacer y tener, cree que puedes hacerlo y tenerlo y construye activamente la situación profesional que has imaginado. Involucra a los que te rodean en la consecución de tu objetivo y pídeles que te ayuden. Por ejemplo, si no dispones de una cierta habilidad para realizar una tarea, solicita una formación. Si crees que realizarías otra tarea mejor que la que ahora estas haciendo, solicita un cambio aportando una propuesta de valor.
Recupera la conexión con tu objetivo original en cada cosa que hagas.
2.-Pregúntate cuál es la razón de fondo de lo que estás haciendo y aunque sea difícil de asimilar, recuerda que todo lo que haces es porque lo has elegido. Intenta realizar cada vez más tareas relacionadas con tu objetivo y adopta una actitud positiva en lo que haces y en tus relaciones con los demás. Busca un propósito mayor detrás de cada acción que realizas. No hay nada más potente que tener un propósito para sentirte motivado.
3.-Cuando expreses pasión y entusiasmo, te convertirás en un imán para los demás y dispondrás de una mayor influencia. Es como un ciclo positivo de realimentación.
Recuerda que todos nosotros tenemos un talento especial, una actividad que realizamos mejor que cualquier otra. Da prioridad a tu talento especial, céntrate en él y delega el resto de tareas a otras personas de tu equipo.
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