Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.
Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
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El animal más fuerte del mundo es el Escarabajo Hércules. Puede levantar 850 veces más de su peso, para igualar la fuerza, un hombre de 75 Kg tendría que levantar un peso de 63.750Kg.
1 comentario
Es un ejemplo muy claro de que no debemos despreciar a nadie, por insignificante que este sea de todos siempre aprendemos algo, así sea de la persona más humilde y sobre todo de personas que ya han vivido mucho tiempo más que nosotros, ellos son las puertas al cielo, en una empresa igualmente aprendemoso siempre algo desde el personal de intendencia hasta el Director General, y como poyo un frase que siempre les dijo a mis hijas, Entre más alto estamos más humildes debemos de ser, es una frase que siempre voy a llevar conmigo donde quiera que yo este, incluso en esta vida y en las otras.
Saludos.