Y es que llenar la existencia de nuevos proyectos, sueños y emociones, puede incluso alargar el período de longevidad de los seres humanos.
Se podría decir que el entusiasmo crece y se mantiene si seguimos cuatro A: Actitud positiva, Alegría, Aceptación de retos y Actuar según los objetivos.
Actitud positiva: Una actitud positiva es la base de todo. Para esto, es necesario identificar todos los comportamientos que nos atan a sentimientos negativos y reemplazarlos por actitudes que puedan ser útiles. Por ejemplo, si sientes tristeza porque no ves a tus hijos mientras trabajas, concéntrate en todo lo que harás cuando tengas un tiempo con ellos.
Alegría: Hablemos de la alegría. No tengamos temor de sentirnos contentos o que sepan que lo estamos; de hecho, si le sonreímos a las personas veremos cómo éstos también sonríen, provocando un ambiente cálido que traerá más alegría a nuestros corazones y con menos estrés.
Aceptar retos: Mientras tengamos nuestra mente ocupada en una meta, seremos más exitosos y más eficaces, lo que traerá más retos y más alegría.
Actuar según tus objetivos: Esto va directamente relacionado con lo anterior, y es que todo está estrechamente relacionado, pues tenemos que hacer todo lo posible para mantenernos en sintonía con lo que queremos.
Recuerda que ser felices puede ser tan difícil o tan fácil como queramos. Si seguimos el método de las cuatro A, podremos ayudarnos a hacer las cosas que queremos y sentirnos plenos con ello.
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