En la vida enfrentaremos siempre Retos y debemos hacerlo con valor y coraje, el sentimiento de pena y dolor que solemos encarar cuando nos encontramos en un gran conflicto, por momentos nos entumece y nos paraliza, pero si es en su justa medida, solo permite que aflore dentro de nosotros los sentimientos incontenibles que no debemos reprimir y como he dicho antes debemos aferrarnos a los pilares de la resilencia, la autoestima, la iniciativa, la creatividad, la capacidad de amar, la humildad, el optimismo y la esperanza.
Desarrollar la paciencia siempre será la clave para comenzar, teniendo la mente clara y positiva, pero ser asertivo, tolerante y flexible no es cosa de magia.
Es posible que cuando te sientas que has superado con creces una gran serie de inconvenientes, llegue la vida y te presenta los fragmentos de dificultades y problemas que vuelven al ataque y no queda otra que dar la cara, confrontar y enfrentar las pruebas de la vida.
La buena noticia es que tenemos toda una vida por delante y cada reto es solo un aprendizaje para avanzar, permitirnos progresar y ser mejor.
Debemos revisar nuestros principios y valores, considerar el impacto de nuestras palabras y acciones y aprender a poner limites claros porque el respeto, la tolerancia, la renuncia y el sacrificio son los pilares básicos del amor.
Estamos muy acostumbrados a soltar juicios, sin siquiera analizar las consecuencias de nuestras opiniones, hemos aprendido a disparar y luego preguntar que paso, pero tomar distancias de nuestra opinión resulta una tarea engorrosa y mucho más complejo es indagar sobre las consecuencias que generaran tales juicios.
Antes de juzgar, examina, verifica, indaga, investiga, sondea, explora, valora, considera, aprecia…
Ser adulto es asumir la gran responsabilidad del dominio de tus emociones y la amplitud de tu mente, ser objetivo, independiente, serio en tus planteamientos y 100% responsable de tus acciones y ésta es la base para enfrentar los retos que la vida te presenta y el mayor de los retos no es ser perfecto, correcto e insuperable, el más grande de los retos es saber rectificar, corregir, enmendar y remediar lo que haya que enfrentar, sin olvidar que la tranquilidad, el respeto, la consideración, la honestidad y la lealtad no son negociables.
Samantha Ferrer
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