“¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle?” George Herbert
Hace unos días recibí de una persona, que al parecer estaba desesperada por cambiar su situación, una pregunta muy interesante “¿Puede mi vida cambiar hoy?”. De seguro también te habrás hecho esta pregunta.
Mi respuesta fue un rotundo sí. Nuestra vida puede cambiar cuando hacemos una elección consciente de nuestros pensamientos y acciones. Nosotros ganamos cuando nos comprometemos con las elecciones que hacemos. Alguien dijo: “La diferencia entre donde estás hoy y donde quieres estar mañana es por el compromiso que hagas para llegar allí.”
Ningún cambio se da sin elección. Probablemente nada ocurra en el instante pero si hiciste una elección y te comprometes con ese cambio, ya has dado un cambio en tu vida.
¿Qué cambios necesitas dar hoy en tu vida? ¿Estás listo o lista para cambiar?
A veces pensamos que cambiar o el cambio es difícil, pero la verdad es que nosotros somos los difíciles, los duros e inflexibles. A veces esperamos que las personas o cosas cambien cuando el cambio debe comenzar por mí. A veces preferimos no cambiar porque tenemos miedo de equivocarnos y fracasar.
Cambio es igual a flexibilidad. No temas cambiar, no temas fracasar. Asume riesgos, dale propósito a tu vida.
De seguro conoces el ciclo vital de una mariposa que consiste en cuatro etapas: Huevo, larva (oruga), pupa, mariposa. Las mariposas comienzan su vida en forma de huevos. Al huevo le toma de dos a tres semanas eclosionar en una larva u oruga.
La oruga se alimenta de una gran cantidad de hojas. Durante su crecimiento muda de piel varias veces. Después teje una crisálida y se convierte en una pupa. Generalmente esta etapa dura de uno a dos meses.
Ocurren muchos cambios en la etapa de crisálida. Las alas, las patas y el resto de la mariposa se forman dentro de la crisálida. La pupa se vuelve cada vez más transparente. La oruga termina la milagrosa transformación en una bella mariposa en aproximadamente dos semanas.
Cuando concluye el período normal en forma de crisálida, la mariposa lucha por salir de la misma. Después de separarse completamente de ella, la mariposa expulsa líquido del extremo de su abdomen. Este líquido es el desecho acumulado durante su etapa de crisálida.
Expande sus alas al máximo y les hace entrar sangre a la fuerza. Después de que las alas se secan y se endurecen, vuela en busca de una pareja para extender el ciclo de la vida.
La pupa es la última etapa antes de emerger como una mariposa adulta. La mariposa es una criatura muy frágil, especialmente durante la etapa de pupa, pues sus movimientos en la crisálida son muy limitados. Se enfrenta a ataques fatales por parte de sus depredadores, como ser: aves, libélulas, arañas, iguanas, lagartijas, ratones y otros animales. Mientras más escamas caigan de sus alas, más se acortará su vida. Así que los niños que atrapan a mariposas en sus travesuras, de hecho están acortando su vida. Ya que la pupa es incapaz de evitar a depredadores potenciales, ésta tiende a estar bien camuflada.
Una hermosa mariposa recién emergida está ahora creando nueva belleza en el mundo. Evidentemente deberá desafiar al mal tiempo, a las condiciones ambientales cambiantes y siempre estar alerta a sus depredadores.
Puedes ver que el riesgo no siempre conduce al fracaso y que aun en medio del dolor puede surgir belleza, alegría, felicidad. Cuando tienes una determinación a cambiar se activan recursos para hacer ese cambio realidad.
La elección de cambiar es tuya. ¿Crees que tu vida puede cambiar hoy?
Visto en http://liderazgocreativo.com/