Cuando un historiador verdaderamente católico trata de personajes consagrados como héroes por el liberalismo imperante en la historia oficial mexicana, puede causar resquemores, dudas, incomprensión o franca antipatía aún entre los lectores que dicen pertenecer a la religión católica.
Pero cuando se trata del llamado “Padre de la patria mexicana”, como aparece en los libros y documentos oficiales y cuando se le rinde el máximo homenaje popular en la llamada fiesta nacional del 15 de septiembre, entonces no falta quien descalifique, a priori, al que se atreva a derribar ese supuesto héroe de su pedestal.
Durante casi doscientos años (1) ha sido tan intensa y constante esta falsa afirmación, dada desde las altas esferas políticas y gubernamentales hasta los más modestos ayuntamientos o alcaldías y, por supuesto, en todos los centros educativos laicos y no pocos religiosos, dentro y fuera del país donde existen comunidades mexicanas. Que aquí nos encontramos con un caso muy grave de distorsión de la verdad histórica, de suplantación de la realidad por ocultamiento de los motivos que llevaron a Miguel Hidalgo a semejante empresa revolucionaria. Y de la extraña paradoja que han contemplado unas diez generaciones de mexicanos; de ver elevado a los altares liberales anticristianos a un sacerdote de la Iglesia Católica nombrándolo Padre de la Independencia mexicana”. Pero, vamos a demostrar que no hay contradicción, que todo está lógicamente encadenado por el hilo conductor de la actuación de las sociedades secretas entre los individuos y los pueblos ajenos a ellas.
También, el sentido cristiano de la historia nos obliga a reconocer a Jesucristo como centro y fin de la historia universal, Él marca los lineamientos para juzgar, para relatar los hechos y los personajes que han influido en las naciones a través de los tiempos.
Las razones de la Independencia
Cuando se estudia el periodo que va desde el año de 1767, cuando fuero expulsados los Padres de la Compañía de Jesús de todo el Imperio Español, hasta el año de 1808 en que aparecen los primeros intentos de Independencia americana; se va descubriendo que entre los inconformes con el gobierno de la Corona se encuentran numerosos religiosos, tanto frailes como sacerdotes de la Iglesia Católica. Estos van a ser los cerebros y muchos de los ejecutantes de la revolución de independencia hispanoamericana apenas tres décadas despues de la expulsión de los padres jesuitas. (2)
Los padres jesuitas habían sido el brazo fuerte de la Iglesia desde que San Ignacio de Loyola creó la Compañía de Jesús en el siglo XVI para defender la institución del Papado, la ortodoxia de la Doctrina y la lucha contra la corrupción de los hombres de iglesia. La Compañía era por lo tanto, odiada por la masonería (3) enemiga jurada de la Iglesia Católica.
El rey de España Carlos III, influido por sus ministros masones, decretó el edicto de expulsión de los padres jesuitas el 1º de abril de 1767. Con ese infeliz acto, la enseñanza verdaderamente católica quedó herida de gravedad. Tanto los hijos de las familias principales como los humildes indios de las misiones del norte quedaron sin su protección, a merced de las nuevas ideas filosóficas disolventes de la moral católica, porque los sacerdotes y religiosos de las otras órdenes no fueron capaces de conservar la ortodoxia de la Fe.
Las ideas naturalistas y liberales de los filósofos ingleses, franceses y angloamericanos protestantes pronto influyeron en la mente de las clases educadas, tanto laicos como sacerdotes irreflexivos que quisieron ponerse a la moda de los franceses.
Sin embargo, en el fondo de todo esto, estaba el movimiento de las logias para desmembrar el Imperio Español Católico a favor de las nacientes repúblicas democráticas y masónicas: Los Estados Unidos de América en 1776 y la República Francesa anticristiana de 1789.
El joven Miguel Hidalgo y Costilla
Miguel Hidalgo y Costilla tiene varias facetas en su personalidad, las principales son: su actuación pública como sacerdote y como revolucionario, y la privada, como todo ser humano.
El cura Hidalgo nació el 9 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, en la jurisdicción de Pénjamo, en la Intendencia de Guanajuato. Fué el segundo de los cinco hijos del matrimonio formado por Cristóbal Hidalgo y Costilla y Ana María Gallaga Mandarte Villaseñor, criollos ambos. Sus primeros estudios los hizo en la hacienda donde vivían sus padres. A los doce años de edad fue enviado junto con su hermano Joaquín, a la ciudad de Valladolid al colegio de San Francisco Javier, atendido por los padres jesuitas, de ellos fue alumno solamente dos años, privándolo de esa sólida formación la expulsión de sus maestros por el edicto de 1764.
Eljoven Hidalgo regresó al colegio de San Nicolás donde destacó de forma brillante, graduandose a los 17 años como bachiller en letras con una beca de la Real y Pontificia Universidad de México, donde se puso a estudiar Teología escolástica, sin embargo no pudo terminar su carrera porque tuvo riñas con sus compañeros, que lo apodaban “el zorro” por su comportamiento astuto y sus ojos color verde amarillento. Miguel Hidalgo fue expulsado del Colegio, aunque perdonado mas tarde, terminó sus cursos con las más altas calificaciones, lo que le hizo recibir el honor de presentar su examen en la Pontificia de la ciudad de México.
Siguió sus estudios canónicos con igual eficiencia y en 1778, a sus 25 años de edad, recibió de manos del Obispo Juan Ignacio de la Rocha la protestad de celebrar la Eucaristía y absolver los pecados.
El cura y rector Miguel Hidalgo
Ya como sacerdote comenzó a desempeñar diversas cátedras en el Colegio de San Nicolás de Valladolid, aprendió los idiomas francés e italiano, y entendía algunas lenguas indígenas. Desempeñó tan brillantemente su profesorado que en una década llegó a ser el Rector más joven en la historia del Colegio.
Su actividad constante, su talento e inteligencia pero también su astucia, al acercarse al Obispo de Michoacán, Don Antonio de San Miguel Islas, hizo que este le concediera los beneficios de la rica parroquia de Santa Clara del Cobre con una renta de 500 ducados anuales; cantidad enorme para la época, 1790. Lo que le permitió hacerse de las Haciendas Jaripeo, Santa Rosa y San Nicolás. Después de esto su mira estaba puesta en ser Obispo. Pero cuando los biene de este mundo no están puestos al servicio de Dios corrompen a quien los detenta. Y este sin duda fue el caso del Rector Hidalgo.
El cura impío Miguel Hidalgo
Entre los años 1790 y 1800, el señor rector comenzó a olvidar sus deberes de eclesiástico dedicándose a la vida social, organizaba fiestas y tertulias literarias, leía los libros prohibidos por el Tribunal del Santo Oficio, especialmente los que llegaban de contrabando desde Francia y de los Estados Unidos, reunía en su casa a muchos sospechosos de profesar las ideas de la Revolución francesa, donde se comentaban con desusada libertad los principios anticristianos de los filósofos Juan J. Rousseau y Francisco M. Arouet alias Voltaire. (4).
Hacia el año de 1792, el cura Hidalgo era un gran empresario en todo tipo de inversiones, mayormente en la agricultura y en las artesanías hasta hacerse un hombre rico. Sin embargo, su pasión por el juego le llevó a contraer cuantiosas deudas, se enemistó con el Cabildo de Valladolid y fue citado por el Tribunal de la Inquisición, acusado de trato deshonesto con mujeres y de vivir amancebado con una señora de quien tenía dos hijos. A causa de todo esto tuvo que renunciar a su rectoría en el Colegio, pagar sus deudas con una de sus haciendas y marcharse precipitadamente a la ciudad de Colima para servir un curato por orden del Obispo.
Luego, en 1793 el Obispo le concedió los cargos de cura, vicario y juez eclesiástico de San Felipe en Guanajuato. Ahí formó una extensa biblioteca con autores franceses de libros señalados en el índice como Anticatólicos. Desde San Felipe hacía frecuentes viajes a Dolores, Lagos y Guanajuato donde tenía multitud de conocidos, la mayoría, desorientados súbditos que veían en el cura a una persona capaz de guiarlos en aquella época prerrevolucionaria.
En el año de 1798 el Cabildo de Valladolid volvió a acusarlo de no pagar sus nuevas deudas de Juego, de leer libros prohibidos, de propagar actividades sediciosas y proferir herejías de corte protestante. En Abril de ese año había afirmado en una tertulia con los sacerdotes Joaquín Huesca, Manuel Estrada, Antonio Romero y José Martín García » que el gobierno de la iglesia estaba manejado por ignorantes, que la Biblia debía estudiarse con libertad de entendimiento y que las epístolas de San Pablo eran Apócrifas»
Esta segunda llamada del Santo Oficio tampoco tuvo eco en quienes debían sancionar sus desvaríos doctrinales y morales, pues su expediente se archivó como había sucedido con el primero.
En 1802 consiguió ser cura del pueblo de Dolores a la muerte de su hermano el cura José Joaquín, en esa localidad se asentó con toda su familia continuando su vida social y ocupándose de todo menos de sus fieles a quienes dejó encargados al padre Francisco Iglesias.
Toda esa época hasta el año de 1810 se le ve ilustrándose y llenando su vida de toda clase de placeres y actividades fuera de la Religión viviendo amancebado con otra mujer de quien tuvo otras dos hijas: Micaela y Josefa. También Miguel Hidalgo y Costilla había perdido completamente la Fe no estamos seguros de si alguna vez la tuvo, ya que, tanto él como muchos de los candidatos a ser ministros de Jesucristo entraban en los seminarios para ser sacerdotes y disfrutar del ascendiente y bonanza económica que les daba ser cura de alguna parroquia, sin tener realmente vocación de servicio a Dios y a las almas. Esta es la principal razón de que hubiese tan gran número de sacerdotes revolucionarios.
El masón Miguel Hidalgo y Costilla
El norteamericano maestro masón Richard E. Chism en su “Historia masónica de México” afirma que en 1806 se formó en la ciudad de México una Logia masónica del rito de York, es decir, de obediencia inglesa. Y que en ese año en la casa no. 5 de la calle de las Ratas (hoy Bolivar) fueron iniciados Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Miguel Domínguez corregidor de Querétaro y otros. El maestro masón grado 33 Dr. Julián Gascón escribe en su tratado “Los primeros masones y la formación del supremo consejo de México” exactamente lo mismo.
Hidalgo tenía un Plan que le había proporcionado un antiguo jesuita que vivía en Querétaro. Era en líneas generales el Plan que la Logia de Nueva Orleáns en los Estados Unidos había confeccionado para llevarlo a cabo por medio de aquellos revolucionarios que fueran escogidos por ella.
La razón de que los políticos liberales rindan homenaje a un sacerdote católico y lo llamen “Padre de la Independencia y de la Patria es precisamente porque este cura era masón obediente a los dictados de la secta, para destruir la Nueva España en beneficio del gobierno norteamericano. Entre las primeras disposiciones que emitió su gobierno itinerante estuvo la de mandar a Pascasio Ortiz de Letona a Estados Unidos pidiendo ayuda material y moral para los insurgentes.
El revolucionario Miguel Hidalgo y Costilla
Por la denuncia de la Revolución en la ciudad de Querétaro, los acontecimientos precipitaron el inicio de la revolución, el pueblo de Dolores, el 16 de septiembre a las 6 de la mañana se inició una auténtica guerra civil de muerte y destrucción.
Vaciando las cárceles de criminales, armándolos y reuniendo entorno suyo a toda la plebe de los lugares que pasaba, incitándolos al robo del que algo tenía, marchaba como jefe absoluto, no de un ejército sino de una desordenada banda de forajidos. Los que tenían algún resentimiento, maldad, codicia o venganza contra alguien se le iban agregando. Tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe como bandera de la revolución para engañar mas fácilmente al pueblo devoto instándolos, con ello, a no hacer resistencia.
Podemos afirmar que su carrera fue meteórica. Pronto cayeron bajo su férula San Miguel, Celaya Guanajuato, Valladolid y los principales pueblos de Michoacán, siguió hacia Toluca y se dirigió a la ciudad de México deteniendo su marcha a muy poca distancia de ella. Habían pasado menos de dos meses desde el llamado “Grito de Dolores” y su influencia crecía de semana en semana. Casi sin enfrentar ninguna batalla seria y por la ayuda de otros revolucionarios entró en Guadalajara el 28 de noviembre, esta ciudad, como las anteriores, estaba ganada por la infiltración de las logias entre las personas principales. El pueblo de la capital de la Nueva Galicia se le entregó lleno de júbilo, a tal grado que en la Catedral se cantó un Te Deum en su honor y después un suntuoso banquete y baile en el Real Palacio donde se alojó.
Sus incondicionales comenzaron a dirigirse a él como “Su Alteza Serenísima”, pero, nada de lo anterior evitó que “Su Alteza” ordenara mas tarde degollar a todos los europeos prisioneros de las turbas, lo mismo hacía en todas las poblaciones que tomaba. En Guadalajara no bajaron de mil los asesinados.Hidalgo se presentaba como el “Libertador de los pueblos oprimidos”, ofrecía a las chusmas que serían dueños de las tierras y de las riquezas de los europeos.
Hastiados de los excesos de Hidalgo, Allende y sus propios compañeros revolucionarios consultaron a varios sacerdotes sobre si sería lícito darle veneno para evitar tantos asesinatos. Después de ser derrotado Hidalgo por el general Calleja en Puente de Calderón, Allende y los otros jefes revolucionarios finalmente decidieron separarlo del mando amenazándolo de muerte. Comenzó entonces la declinación de su estrella, en la huída de los revolucionarios rumbo a los Estados Unidos iba prisionero con guardias para que obedeciera lo que se le dictaba.
Los jefes revolucionarios decidieron huir hacia el norte hasta Texas para alcanzar después la frontera con la Louisiana y obtener la ayuda material y moral ofrecida por el presidente James Madison de los Estados Unidos. Así que emprendieron la marcha hacia la ciudad de Chihuahua, pero el 21 de abril y por medio de una estratagema del capitán Francisco I. Elizondo (6) fueron apresados todos en la población de Acatita de Baján y llevados maniatados con hierro a la ciudad de Chihuahua donde comenzó su proceso.
Los interrogatorios, la degradación de Hidalgo de su condición sacerdotal, el juicio del Tribunal de la Inquisición, la Junta de Guerra y todo lo concerniente a sus delitos con los testigos etc., etc. tardaron más de dos meses. El 30 de julio de 1811 a la hora del alba Miguel Hidalgo y Costilla de 53 años cumplidos cayó muerto por el pelotón de fusilamiento. ¿Qué pensaría ese cerebro, cuyo corazón estaba corrompido hasta la médula antes de su ejecución? Cuando el capitán Simón Elías le preguntó por su último deseo antes de morir, Hidalgo pidió que le trajeran una jarra con leche y unos dulces….. (7)
Efectos de la Revolución de Miguel Hidalgo y Costilla
En tan solo 11 meses de campaña revolucionaria la sociedad de la Nueva España había quedado conmovida hasta sus cimientos, todas las capas de la población se veían con desconfianza. Había fomentado el odio entre españoles europeos y americanos, entre las diversas razas que poblaban el extenso país, entre los ricos y los pobres, entre los curas de pueblo y las autoridades de la Iglesia. En ese corto espacio de tiempo los trescientos años de estabilidad y paz se habían destruido para siempre.
En cuanto a la Iglesia Hidalgo fue enemigo de las órdenes monásticas, humilló cuanto pudo a la jerarquía eclesiástica coartando la libertad de su jurisdicción y mandando asesinar a incontables sacerdotes, solamente por el delito de ser europeos.
Su rebelión fue el principio de la destrucción del país cuya independencia fue lograda por don Agustín de Iturbide el 27 de septiembre de 1821 con el Imperio Católico que duró solamente dos años a causa de la intervención de la República democrática norteamericana y sus logias. Perdiendo, México, su verdadera independencia para siempre.
La revolución de Independencia no fue ideada por Hidalgo ni su voluntad tampoco era la que imperaba en ella, pues es bien sabido que Hidalgo y Allende eran masones, y como tales, ciegos y dóciles a la voluntad de las logias. Las órdenes venían del jefe supremo de la masonería universal residente en Charleston USA.
Por lo expuesto anteriormente, Miguel Hidalgo y Costilla, no fue prócer de la Independenciade México ni menos Padre de la Patria
Colaboración de:
Luis G. Pérez de León R.
Notas y Bibliografía:
En el año de 1823 la Asamblea o triunvirato que estaba encargada del gobierno después de la abdicación de Iturbide con Emperador, ya hablaba de constituir una república democrática de corte yanqui y había elevado a Miguel Hidalgo como Prócer de la Independencia.
(2) Francisco María Arouet alias Voltaire, influyente filósofo, escritor y poeta, todo su pensamiento está impregnado de naturalismo y liberalismo, a pesar de haberse educado por los jesuitas en París, empleo su viva inteligencia en esparcir sus ataques a la Iglesia Católica.La masonería internacional adoptó su pensamiento destructivo para destruir el Orden Cristiano.
La Masonería es el Misterio de Iniquidad de que habla San Pablo en su 2ª. Epístola a los Tesalonicenses, extrae de los individuos que selecciona, todos los instintos bestiales que un hombre pueda tener y los encausa para sus fines de destrucción del orden cristiano (5). Cualquier individuo, una vez comprometido bajo juramento con los jefes de la Secta va a poner en práctica los horrores de su innata maldad.
El Capitán de milicias Francisco Elizondo que estaba retirado en el Norte y había dejado las huestes de Hidalgo poco antes, de acuerdo con los realistas, aparentó volver con los que huían y vitoreándolos los pudo desarmar y poner presos.
(5) “La cuestión religiosa en México”, Fco. Regis Planchet ,1957
BIBLIOGRAFIA:
Alamán Escalada Lucas, “Historia de Méjico”, Fondo de Cultura Ec. S. A. de C. V. Ed. Facsimilar; México 1985. 5 Tomos
«>Documentos Históricos Mexicanos, Consejo Nacional de Fomento Educativo, Ed. Facsimilar, México 1985.
Enciclopedia de México, SEP. México 1988.
Gascón Julián Dr. “Los primeros masones y la formación del Supremo Consejo de México”, Ed. Vertiente, México 1994.
Gibaja y Patrón Antonio, “Comentario Crítico, Histórico, Auténtico a LAS REVOLUCIONES SOCIALES DE MÉXICO”, Ed. Tradición, México 1983. 5 Tomos
Gran Enciclopedia “Círculo de Lectores”, Plaza y Janés, Barcelona 1987.
Pérez de León Rivero Luis, Apuntes propios, “El Destino Manifiesto angloamericano es de origen calvinista”.
Regis Planchet Francisco Pbro. La Cuestión Religiosa en México”, Imp. Moderna, Guadalajara, México 1987.
Sánchez Ruiz Pedro “Nacimiento, Grandeza, Decadencia y Ruina de la Nación Mejicana Ed. Honor y Fidelidad 2005.
Visto en http://cronicadelfindelostiempos.blogspot.mx