Dios entró en la tienda le dijo: soy tan pobre que no tengo ni siquiera otras sandalias; y como ves están rotas e inservibles.
¿Podrías tú reparármelas por favor?, no tengo dinero aquí, pero te puedo dar lo que quieras si me las arreglas.
El zapatero con mucha desconfianza dijo: ¿Me puedes dar tu el millón de dólares que necesito para ser feliz?
Dios le dijo: Te puedo dar 100 millones de dólares. Pero a cambio me debes dar tus piernas…
El zapatero dijo: ¿Y de que me sirven los 100 millones si no tengo piernas?
Señor volvió a decir: Te puedo dar 500 millones de dólares, si me das tus brazos.
El zapatero respondió: ¿y que puedo yo hacer con 500 millones si no podríani siquiera comer yo solo?
El Señor habló de nuevo y dijo: Te puedo dar 1000 millones si me das tus ojos.
El zapatero solo dijo: ¿Y dime; que puedo hacer yo con tanto dinero si no podría ver el mundo, ni poder ver a mis hijos y a mi esposa para compartir con ellos?
Dios sonrió y le dijo: Ay hijo mío, como dices que eres pobre ¿; si te he ofrecido ya 1600 millones de dólares y no los has cambiado por las partes sanas de tu cuerpo! Eres tan rico y no te has dado cuenta
Sólo pensemos hoy en todo lo que podemos agradecer a Dios, y démosle gracias pues es El quien nos ha dado la salud. No pidamos tanto dinero, pues es mejor tener todo nuestro cuerpo sano a tener todo el dinero del mundo.
Visto en http://reflexcionaycambia.blogspot.mx
1 comentario
Los seres humanos por naturaleza no valoramos lo que tenemos hasta que lo hemos perdido, siempre estamos buscando más, somos ambiciosos por naturaleza, sentimos que debemos tener más que él de enfrente y lo atesoramos y no queremos compartir, sentimos que esto eleva nuestro ego y posición, pero recuerda que la vida es como un búmeran, si lanzas egoísmo, ambición, la vida te va a cobrar la factura,… pero si lanzas conocimiento, amor, humildad, te van a devolver lo mismo.
Me considero ambiciosa del conocimiento, siempre busco algo nuevo por aprender y si tengo la oportunidad de compartir con todo gusto comparto lo que se y lo que tengo pero también exijo lo mismo porque quiero sembrar una semilla que florezca con la misma esencia que le doy, porque algún día que lo necesite me va a brindar su mano amiga, por el dinero no me preocupo porque de rebote llega solo, mientras tenga lo necesario para vivir y me despierte, todas las mañanas, me observe completa en el espejo tanto moral, como física e intelectualmente yo soy una triunfadora de la vida, porque sé que en cuanto solicite ayuda una mano amiga se va a extender para brindármela, aunque esto represente tocar muchas puertas.