La laguna de Huacachina es un oasis ubicado a cinco kilómetros al oeste de la ciudad peruana de Ica, en medio del desierto costero del Pacífico. De aguas color verde esmeralda, surgió debido al afloramiento de corrientes subterráneas y alrededor de ella hay una abundante vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos (especies introducidas) y la especie de algarrobo conocida como huarango, la que sirve para el descanso de las aves migratorias que pasan por esta región. Todo ello contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares más vistosos y bellos de la costa peruana.
Su gran atractivo como paraíso natural, el cálido clima imperante todo el año y el poder curativo atribuido a sus aguas (antaño, ricas en sustancias sulfurosas y salinas) hicieron que Huacachina se convirtiera, alrededor de 1960, en uno de los más importantes y exclusivos balnearios peruanos de entonces. Se construyeron casas y hoteles, se levantó un hermoso malecón alrededor de la laguna, con barandas, alamedas y vestidores para bañistas. Incluso se asfaltó el camino que une a la laguna con la ciudad de Ica, al que se sembró de ficus, acacias y huarangos.
A Huacachina se le conoce también como el “Oasis de América”, ya que es uno de los pocos oasis naturales que podemos encontrar tanto en Norteamérica como en Sudamérica.
Si bien es cierto que a día de hoy este oasis se ha convertido en uno de los destinos más concurridos de Perú y por lo tanto ha perdido un poco de la paz que se respiraba antaño, no deja de ser una parada imprescindible en Perú, donde poder cargar energías, disfrutar de un paisaje único y si quieres, practicar algún deporte, que seguro sacará toda tu adrenalina.
Cómo llegar a Huacachina
La mejor forma de llegar a Huacachina es volar a Lima y desde allí, con transporte local trasladarse hasta Ica, puerta de entrada a Huacachina y que también merece una visita de unas horas, sobretodo a su Museo Regional. Desde allí un taxi hasta el “oasis de Perú” es la opción más cómoda y también más rápida de llegar.
Qué puedo hacer en Huacachina
Pese a lo que pueda parecer, en el oasis de Huacachina se pueden hacer muchas más cosas de las que puedas pensar a simple vista. Te dejamos algunas de las que seguro, más de una te sorprenderá:
- Simplemente disfrutar del oasis, ni más ni menos
Esta es una de las cosas que debes hacer sí o sí. Dar la vuelta al oasis completo no te llevará más de 30 minutos, aunque podemos asegurarte que si te vas parando a hacer fotos y disfrutarlo de verdad, el paseo puede llevarte algo más de una hora.
- Subirte en un buggy y descargar adrenalina
Este es uno de los motivos por los que mucha gente llega hasta el oasis de Huacachina: subirse en un buggy y descargar toda la adrenalina que ha acumulado durante años.
Hace un tiempo empezaron a proliferar las empresas de buggies en Huacachina y con ellas la libre competencia de precios. Ahora, se han puesto de acuerdo entre todas las compañías para ofrecer los mismos precios y así evitar mercados negros y hacerse daño entre ellos mismos.
- Practicar sandboarding
Tanto puedes practicarlo si decides hacer una excursión en buggy por el desierto, como animarte a hacerlo por libre. Puedes alquilar la tabla en alguno de los locales del oasis, esperar el mejor momento del día, el atardecer es genial, no sólo por el increíble paisaje si no también porque es el momento en el que empieza a refrescar y lanzarse a la aventura y lanzarse a la arena.
Si te gustan los atardeceres te prometemos que en el oasis de Huacachina vivirás uno de los más especiales que hayas tenido la suerte de contemplar.
Pararse en una duna a esperar que empiece a bajar el sol, contemplando un baile de colores que parece no tener fin, es sin lugar a dudas una de las experiencias que no olvidarás de tu viaje a Perú.
Vamos a visualizar el oasis HUACACHINA;
Tantos lugares por conocer.